El Ayuntamiento de Benaoján pondrá próximamente a la venta una urbanización de 16 casas para fomentar el acceso de los jóvenes a su primera vivienda o la llegada de nuevos pobladores. Esos son los objetivos principales que se han marcado desde el Consistorio tras la compra de esta urbanización que se encuentra situada dentro del casco urbano y que lleva años abandonada.

La constructora que inicio las obras nunca llegó a retomar los trabajos tras proceder a paralizar la construcción debido a la anterior crisis económica, por lo que las viviendas a medio terminar son una especie de ejemplo viviente de lo que fue aquel boom de la construcción que llegó a todos los rincones de España, incluso a los pequeños pueblos del interior que ahora se ven afectados por la despoblación y la pérdida de habitantes.

Ahora, según explicó la alcaldesa de la localidad, Soraya García, el Ayuntamiento procederá a terminar las zonas exteriores de la urbanización dotando a este espacio de piscina, zonas ajardinadas y un espacio comunitario para la realización de barbacoas.

Al mismo tiempo se está estudiando el modo de poner a la venta estas casas de unos 100 metros distribuidas en dos plantas, aunque en un primer momento se baraja ofrecer que sea el Consistorio el que finalice la obra o que los nuevos dueños se hagan cargo de las obras restantes. Y es que hay viviendas en diferentes estados, llegando algunas de ellas a alcanzar el 70 de ejecución.

De igual modo, también se están estudiando las bases para sacar a la venta esta promoción de 16 viviendas, ya que aquellas personas que traten de acceder a las mismas tendrán que tener un mínimo de ingresos al tener que hacer frente a una hipoteca, y es que el Ayuntamiento tuvo que firmar un crédito de 250.000 euros para su compra y ahora tendrá que proceder a su finalización. “Van a ser viviendas que saldrán a la venta por un precio bastante económico, pero no son viviendas sociales”, matizó García, que aseguró que el proyecto busca cubrir una demanda que existe en estos momentos en el municipio para la que no existe una oferta viable.

Por otra parte, también se busca acabar con la mala imagen que ofrece este edificio en pleno casco urbano y en un espacio que se encuentra contiguo a una instalación municipal que suele utilizarse para la realización de eventos como la feria de la chacina, por lo que provoca una pésima impresión entre los visitantes.