En un paso significativo hacia la preservación y reconocimiento de su riqueza cultural e histórica, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha emitido un decreto que otorga el estatus de Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de Monumento, a la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias en Nerja. Esta distinción se ha otorgado a solicitud de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, reconociendo así la relevancia arquitectónica, histórica, artística y etnológica que atesora esta antigua construcción.

La Ermita de Nuestra Señora de las Angustias, erigida en el siglo XVIII, emerge como un monumento emblemático del estilo barroco que se erige en las afueras de la ciudad de Nerja. Su singularidad radica en la convergencia de valores culturales y artísticos de diversa índole a lo largo de su dilatada historia.

Desde una perspectiva arquitectónica, la ermita presenta un extenso repertorio de las técnicas constructivas tradicionales de la época. No obstante, su interior ha experimentado transformaciones que han introducido elementos de la tradición clásica, tales como arcos de medio punto y bóvedas de medio cañón falsas. Este proceso ha dado como resultado una mezcla arquitectónica que combina la tradición rural con elementos clasicistas, reflejando la evolución del entorno desde un contexto rural hacia uno más urbano a lo largo del tiempo.

El interior de la ermita alberga un programa pictórico barroco, cuya autoría se atribuye a artistas de la escuela granadina, influenciados por la obra de Alonso de Cano. Además, el edificio alberga una serie de bienes muebles notables, incluyendo el grupo escultórico de las Angustias, atribuido a José Navas-Parejo y Aurelio López Azaustre, el retablo diseñado por Fernando Prini-Betés, y valiosas piezas de orfebrería del siglo XIX elaboradas por el platero malagueño Miguel Orfila y la Real Fábrica de Platería Martínez de Madrid.

La imagen de la Virgen de las Angustias, patrona de Nerja y objeto de profundo culto popular, presenta importantes aspectos etnológicos al simbolizar la identidad y devoción de la población nerjeña.

En términos históricos, la ermita está estrechamente relacionada con la producción de azúcar en Nerja, una actividad de gran importancia desde el siglo XVI. En las primeras décadas del siglo XVIII, su construcción fue auspiciada por la familia del matrimonio López Enríquez de Alcántara Alférez y Velasco, propietaria de un azucarero ubicado cerca de la ermita. La advocación de las Angustias, de origen granadino como los mecenas, se asoció al patronato y la capellanía de la ermita.