Los cinco del CIO

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A Elio, Manuel, Juani, Inés y Virginia la Junta les adeuda 35 nóminas desde noviembre de 2014, o lo que es lo mismo, casi tres años sin cobrar

Los cinco trabajadores del CIO Mijas, a la entrada del edificio.
Los cinco trabajadores del CIO Mijas, a la entrada del edificio. / E. M.
Elisa Moreno

Mijas, 25 de junio 2017 - 02:05

Elio, Manuel, Juani, Inés y Virginia. Ellos son los últimos supervivientes de un lugar que fue referente en la Costa del Sol, el CIO Mijas, el gran olvidado de la Junta de Andalucía, y a los que aún se les adeuda 35 nóminas. O lo que es lo mismo, casi tres años sin cobrar. Se sienten abandonados, engañados e impotentes ante una situación que se ha eternizado en el tiempo y que se ha vuelto insostenible para las familias. "No vives, sobrevives, y lo peor de todo es que parece que les da igual. Han jugado con nuestros sentimientos dándonos falsas esperanzas", relata Juani García, auxiliar administrativo. "Se me caen las lágrimas porque creo que no ha habido responsabilidad ninguna y parece que a nadie le duele. Hemos estado abandonados al 100%, es muy fuerte que en estos tres años no haya habido nadie por allí", agrega Elio Zorat, técnico de mantenimiento del edificio.

Algunos de ellos acumulan más de diez años de trabajo en el CIO. El primero en llegar fue Manuel Gallego, administrativo, en octubre de 2003. "Empezamos en una caseta de obra en las afueras de las instalaciones, aún en cimentaciones, y a finales del 2004 es cuando nos incorporamos", expresa. "Recuerdo el comienzo con mucha ilusión porque era una cosa nueva con mucho futuro y estuve trabajando muchísimo junto con Elio Zorat para hacer los pliegos y preparar todos los concursos para equipar el centro. Fue un trabajo muy intenso", comenta. La carga emocional de todo ese trabajo inicial para su puesta en marcha les pesa al ver la situación en la que se encuentran actualmente las instalaciones y coincide con su compañero al afirmar que "se te cae el alma al suelo al ver como después de lo que has trabajado para que aquello llegase a ser centro de referencia nacional está destrozado"." Yo fui el que vio al okupa cuando entramos el primer día de Navidad y me da pena ver como han dejado esto", agrega Zorat.

Inés Pimentel, auxiliar administrativo, también fue de las primeras en llegar. Aunque primero fue alumna del propio centro, donde estudió un curso de Agente de Desarrollo Turístico. "Yo era fija en una compañía bastante grande en el aeropuerto y lo dejé para venirme a Mijas a trabajar en el CIO. Nunca piensas que pueda darse una situación como esta. Cuando dejamos de cobrar los primeros meses pensamos que sería algo temporal", explica.

Juani García, en cambio, se incorporó en el verano de 2010. "El mes que viene hará siete años desde que llegué a aquellas instalaciones tan grandes, aquello era precioso y me gustaba mucho", afirma, y exige a la Junta de Andalucía que abone los salarios atrasados porque "ya no aguantamos más". "La Junta de Andalucía no me paga pero sí me exije que pague el aula matinal y la escuela de verano si no pierdo la plaza", critica.

La última en llegar fue Virginia García, auxiliar administrativo, en el año 2012. También había un sexto integrante que durante el primer año sufrió, al igual que ellos, los impagos de la Junta pero que se jubiló hace ya año y medio. "Mi caso es muy curioso porque los problemas empezaron estando de seis meses de embarazo en el 2014, así que me di de baja; y actualmente me encuentro embarazada de nuevo. Mis niños no conocen ni una nómina de la Junta de Andalucía de su madre", comenta. Ella es la única que cuenta con una sentencia favorable firme que apunta al Ayuntamiento de Mijas y a la administración autonómica como responsables subsidiarios del impago de los salarios. Su ejecución podría suponer un rayo de luz para el resto de sus compañeros. "El director general nos dijo que en el momento en el que tenga el auto de ejecución del juez mis compañeros y yo cobraríamos a la vez y estamos todos esperando como agua de mayo esa fecha", asegura.

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