Castaños en el Valle del Genal

El Bosque de Cobre empieza a brotar

  • Los castaños del Valle del Genal comienzan a tomar el amarillo típico del otoño que terminará con un gran espectáculo de color y miles de visitantes en la zona

Inmortalizar el recorrido es algo habitual entre los miles de visitantes.

Inmortalizar el recorrido es algo habitual entre los miles de visitantes. / Javier Flores

Los bosques de castaños del Valle del Genal comienzan a tomar el amarillo previo a la aparición del color cobrizo que dejará un gran espectáculo natural que será visitado por miles de personas. De hecho, en algunos puntos ya se puede apreciar la tan esperada imagen, aunque los cientos de visitantes que estos días se adentran por los diferentes caminos públicos ya se mostraban sorprendidos por el inicio del cambio.

Antes de llegar al municipio de Igualeja, los primeros castaños ya hacen acto de presencia en una carretera que poco a poco se va adentrando en el arbolado hasta convertirse en una suerte de túnel natural, permitiendo apreciar el paraje sin la necesidad de bajarse del coche a aquellos menos dispuestos a poner pie en tierra y caminar monte adentro.

“Es la primera vez que venimos, aunque vivimos muy cerca”, señalaba una familia de Estepona mientras realizaba una parada para descansar y reponer fuerzas. Sus integrantes resaltaban la belleza del paisaje, que en el que el otoño gana terreno cada día al verde que se resiste todavía a marcharse.

Como ellos, cientos de personas que adentraron estos días festivos por los diferentes senderos que se encuentran realizados para disfrutar del recorrido por mitad del Bosque de Cobre, que es una de las joyas de la naturaleza de la provincia de Málaga.

Grupos de amigos, familias o parejas buscan vivir en primera persona el nacimiento de este espectáculo natural que llega cada año por estas fechas y que tras unas semanas se convierte en referente de la naturaleza. Luego, desaparecerá hasta el próximo año, cuando las hojas vuelvan a brotar y con la llegada del otoño tome nuevamente su color cobrizo que tan famoso hizo a este espacio natural.

Además de Igualeja y Pujerra, las dos localidades más vinculadas al castañar, el bosque se extiende mucho más allá de estos términos municipales. Es posible de disfrutar del paisaje y diferentes rutas en los alrededores de municipios como Cartajima, Parauta, Júzcar, Jubrique o Genalguacil, en los que también existen importantes extensiones de castaños y numerosos senderos que permiten al visitante adentrarse en pleno bosque sin necesidad de entrar en las propiedades privadas, ya que buena parte de estos castañares no son público, pero sí están cruzados por caminos que lo son y por los que se puede pasear.

Muchos de los visitantes también aprovechar para recoger algunas de las castañas que han quedado en las proximidades de los carriles una vez que se dio por terminada la recolección, que este año no fue especialmente buena. Por ello, hay una gran cantidad de castañas en el suelo que fueron desechadas para ser recogidas y enviadas a las fábricas al no cumplir con los estándares mínimos de calidad.

“Este año hay muchas castañas en el suelo”, explicaba Francisco, otro de los visitantes llegados de la Costa del Sol y que suele visitar la zona cada año antes de que el Bosque de Cobre esté plenamente formado. “Me gusta ver el proceso completo”, explica, al tiempo que apunta a que la próxima semana o la siguiente volverá a la zona para poder contemplarlo todo como el mismo tono cobrizo.

La llegada de visitantes supone un ingreso extra para alojamientos y restaurantes de la zona

Mientras tanto, aquellas familias que van acompañadas por sus hijos buscan que los más pequeños puedan disfrutar de un paraje natural muy especial en el que descubrir ambientes muy diferentes a los de la ciudad y sentir la libertad del bosque. “Vamos buscando que ellos pueden jugar y correr en el bosque, que habitualmente no pueden hacerlo”, explicaban varias parejas que llevan sus niños de corta edad con ellos. Algo que en esta zona es fácil de conseguir, ya que muchos de los municipios están rodeados por los castañares y con un pequeño paseo se alcanzan espacios de bosque cerrado en el que no existe presencia de viviendas y solo se aprecian los enormes árboles.

Y en un paisaje de tal belleza resulta casi imprescindible plasmar la visita, por lo que las cámaras fotográficas son casi obligatorias en el equipaje, además de algo de comida y agua. Es habitual también ver a muchos de los visitantes buscar los mejores rincones o aquellos con características especiales, como viejos troncos de castaños centenarios o pequeñas pilas de madera para tomar imágenes que es complicado componer en las ciudades. Y es que las redes sociales también se llenan estos días de miles de fotografías con el Bosque de Cobre como protagonista.

Otros, además, optan por incorporar un canasto o una red, ya que en esta época también son abundantes diferentes tipos de setas, muy frecuentes en los castañares, y que son otro de los objetivos de muchos de aquellos que se adentran en estos bosques cuyos suelos presentan una peculiar alfombra en forma de erizos, que son las protecciones de las castañas y que ya cayeron al suelo.

El auge del Bosque de Cobre hace que en estos pequeños municipios en estas fechas también se produzca una llegada extra de dinero para los pequeños establecimientos de hostelería o los numerosos alojamientos rurales que existen en la zona, que suelen registran un importante nivel de ocupación. Unos restaurantes en los que la comida tradicional es la habitual, con una importante presencia de chacinas y jamón, ya que son una de las industrias que existen en la zona con varias fábricas ubicadas en estos municipios.

Y es que en los últimos años se popularizaron los jamones elaborados con cerdos a los que se alimenta también con castañas de estos bosques, además de las habituales bellotas. Naturaleza y gastronomía son una combinación que estos meses hacen que miles de personas se decidan a visitar el Valle del Genal, uno de los espacios naturales más singulares de la provincia de Málaga.

Además, durante la jornada del viernes la localidad de Pujerra celebró la tradicional fiesta de la castaña, por lo que se produjo una gran afluencia de visitantes que hicieron necesario utilizar uno de los arcenes de la carretera entre este municipio e Igualeja a modo de aparcamiento ante la imposibilidad de acoger tanto coche en su pequeño casco urbano.

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