China se interesa en crear su primer colegio de Europa en Marbella
El anuncio fue hecho en las jornadas celebradas durante esta semana en el hotel Villa Padierna
El diplomático y ex embajador en misión especial en China en 2006, Pablo Bravo, aseguró ayer que el Ayuntamiento de Marbella ha ofrecido unos terrenos en la ciudad para que pueda levantarse la China School, un centro educativo que contaría con el beneplácito del Ministerio de Educación chino para que puedan educarse en España los hijos de residentes chinos en Europa.
Bravo, que aseguró era uno de los impulsores de la iniciativa, afirmó que el Gobierno de Pekín ve con buenos ojos el proyecto pero que espera de España la posibilidad de que los estudios sean homologados en los dos países, algo que ya contempla un acuerdo entre los dos estados.
El anuncio lo realizó en el transcurso de la mesa redonda sobre China que ayer celebró el grupo Villapadierna y a la que asistía entre el público. Tras su paso por China, Bravo desempeñó casi tres años el puesto de embajador de España en Arabia Saudí pero el actual gobierno lo destituyó en 2012, cuando le quedaba menos de un año para jubilarse.
El diplomático aseveró que revelaba este asunto dado el interés mostrado por Marbella para albergar la instalación educativa, la primera de este estilo que abriría China en Europa. La idea inicial es que el colegio acoja a estudiantes chinos que viven fuera del gigante asiático para que puedan formarse antes de acceder a los estudios universitarios, como si residieran en su país de origen.
Es tradición en las clases más pudientes de China que los estudiantes realicen dos carreras superiores y luego busquen completar sus estudios en el extranjero. Además del caso chino el concejal de Urbanismo de Marbella, Pablo Moro, también adelantó ayer la intención de un colegio ruso de instalarse en la ciudad. Según explicó, se están interesando por los trámites a realizar para abrir en Marbella "lo que, junto a la próxima creación de la iglesia ortodoxa, ayudará a la instalación de esta colonia en la ciudad".
El presidente de la Federación de Urbanizadores, Ricardo Arranz, aseguró que los inversores chinos y rusos están poniendo sus ojos en Marbella "porque es una ciudad en la que se admite prácticamente todo". Según apuntó "tenemos más de 10 colegios que superan los 1.000 alumnos con nacionalidades muy variadas. Hasta 45 diferentes llegan a convivir y nadie se siente forastero".
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