Confirman la existencia de diamantes en la Serranía de Ronda

Geólogos de las universidades de Málaga y Granada dan a conocer el hallazgo

Una de las muestras de roca donde brillan los microscópicos diamantes.
Una de las muestras de roca donde brillan los microscópicos diamantes.
Javier Flores / Ronda

investigación, 12 de abril 2012 - 05:01

Un equipo de investigadores dirigidos por los geólogos de las universidades de Málaga y Granada, María Dolores Ruiz y Carlos Sanz de Galdeano, han constatado científicamente la presencia de diamantes en distintos puntos de los términos municipales de Jubrique, Ronda y Torrox. El primer hallazgo se produjo hace casi dos años de forma "casual" mientras analizaban minerales de la zona en un estudio que lleva cinco años desarrollándose. Los pequeños diamantes, visibles con microscopio, están dentro de unos granates, en forma de pequeñas bolas de color rojizo, aunque se pueden encontrar en feldespatos y circones. "Ha sido una casualidad, no estábamos buscando diamantes", afirmó Sanz.

El estudio también ha contado con la presencia de un experto alemán especializado en diamantes, que ha tenido la oportunidad de corroborar la presencia de estas piedras, y que está previsto que se incorpore al equipo para continuar con la ampliación de este proyecto. Los geólogos han corroborado la existencia de al menos dos tipos de tamaño de diamantes en las rocas. "Uno de los tipos es de mayor tamaño pero la concentración es menor, mientras en otro, el tamaño es mucho menor pero la presencia es mucho mayor", explicó Ruiz.

El hallazgo toma especial importancia al ser la primera ocasión que se describe la presencia de diamantes en España, aunque su existencia no se limita únicamente a la sierra malagueña, al haberse encontrado también en una zona de Ceuta. De momento, los científicos sólo se refieren a la importancia geológica que supone la confirmación de la existencia de diamantes, lo que podría suponer cambios en cuanto a la formación de la cordillera Bética. De hecho, se cree que podría tener unos 500 millones más de antigüedad de los que se pensaba. La presencia en la corteza terrestre también supone que estos minerales se tuvieron que hundir unos 150 kilómetros. Pero el hallazgo tiene una vertiente económica, al ser el tipo de diamantes que se utilizada con fines industriales. Respecto a la posible explotación, María Dolores Ruiz precisó que las conclusiones son "preliminares" y aplazó cualquier paso a estudios específicos sobre la viabilidad económica de la actuación.

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