El acceso a los parajes naturales de la Serranía de Ronda no siempre resulta tan placentero como puede parecer, una vez que entran en conflicto los intereses de aquellos que acuden a la zona a disfrutar de la naturaleza y los de los propietarios de las fincas a las que tienen que acceder para llegar a algunos de ellos.

Es el caso de El Pantanillo (Ronda), un paraje natural que crea mucha atracción entre los amantes de la naturaleza por su belleza y singularidad, con un lago en mitad de un bosque de alcornoques al que acude una gran variedad de fauna y que tiene una gran belleza. No obstante, su ubicación, en mitad de una finca privada, hace que sean frecuentes los choques entre senderistas y guardas de la propiedad, hasta el punto de llegarse a producir enfrentamientos airados y muy subidos de tono.

Uno de ellos se produjo hace tan solo unas semanas, siendo relatado en primer persona por el biólogo rondeño, Andrés Rodríguez, en su perfil de facebook. En el relato de los hechos hace referencia a las "amenazas" que le habría proferido uno de los guardas de la finca, que se habría identificado como agente de Medio Ambiente y que le habría indicado que le impondría una multa de 600 euros si mantenía su actitud de no abandonar la finca. Y es que el supuesto agente de Medio Ambiente, que circulaba en un coche negro, mantenía que en la zona no existe ningún espacio público y que no se puede acceder al mismo.

Tras el incidente y la denuncia pública realizada, Rodríguez decidió lanzar la idea de efectuar una movilización para denunciar esta situación y pedir que se inicie el deslinde de la Cañada Real de El Alcornocal, que discurre por este espacio natural y en la que se basan los senderistas y naturalistas para acceder al interior de este paraje natural. Un guante que rápidamente fue recogido, fijándose el próximo 8 de noviembre como la fecha elegida para realizar una marcha de protesta y exigir a la Consejería de Medio Ambiente que acometa el deslinde para delimitar la cañada real y acabar de este modo con el conflicto casi permanente que existe en este espacio.

No es la primera vez que se producen incidentes de este tipo, habiendo realizado ya otra concentración para reclamar el carácter público de uno de los caminos que cruza la finca y la obligatoriedad de la propiedad de permitir el acceso de las personas a este espacio en la zona que tiene carácter público.