Denuncian presuntas irregularidades en una residencia de mayores
marbella
Familiares se quejan de la falta de higiene, retenciones ilegales yerrores en la la medicación
Familiares de usuarios del centro de personas mayores SARquavitae Azalea de San Pedro Alcántara interpusieron ayer una denuncia en el juzgado de guardia contra la dirección del centro y varios empleados de la misma por presuntas irregularidades, como la falta de higiene, errores en la medicación e incluso "retenciones ilegales", entre otras acusaciones. Manuel Fernández, familiar de uno de los residentes y ex defensor del ciudadano de San Pedro, quien denunció la situación por primera vez a finales de 2014, calificó los hechos como "muy graves".
"Están secuestrando a las personas, confinándolas en un cuarto con código secreto en el que no pueden entrar ni salir, donde comen, se les cambia, duermen la siesta y no ven el sol", asegura. En este punto, Fernández sostiene que su cuñado, de 62 años, permaneció durante 20 días encerrado en esta habitación "y para que lo bajaran tuve que llamar a la Policía Nacional". Fernández asegura haber interpuesto una querella individual por este asunto ante los juzgados de Marbella.
A ello se suma la falta de higiene, ya que, según sus testimonios, solo se ducha a los residentes una vez a la semana. Margarita Iban es otra de las afectadas, quien decidió llevarse a su madre consigo tras apenas tres semanas al comprobar "que la falta de higiene era una constante, por no hablar de la comida". "Mi madre ha estado desde las dos de la tarde hasta la hora a la que la acuestan sin que le cambien el pañal", denunció. Lo mismo ocurriría, según denuncian, con la higiene bucal. "Las dentaduras postizas se las pierden a la mayoría o se equivocan poniéndole la superior en la parte inferior y viceversa, ocasionándoles un martirio a la hora de comer por no poder masticar", según se recoge del documento de la denuncia.
El error en la administración de medicamentos es otra de las quejas de sus familiares, que denuncian que "a menudo le dan medicación a quien no le corresponde y dejan sin sus pastillas a quien la necesita, pudiendo ocasionar daños graves, y hasta la muerte". En este sentido, Fernández insiste en que se han dado casos en los que "las pastillas de la próstata se la han dado a la mujer en lugar de al marido, y las de la epilepsia a otra persona que no tenía nada". "Cuando se equivocan no solo dañan a quien se toma la medicación que no le corresponde, si no a quien no se la administran", agrega. Este periódico intentó ayer ponerse en contacto, sin éxito, con la dirección del centro para recabar su versión de los hechos.
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