La Policía Local de Alhaurín de la Torre detuvo en la madrugada del pasado sábado a un joven de 26 años como presunto autor de dos delitos tipificados en el Código Penal: conducir de forma temeraria y manejar el vehículo multiplicando por cuatro la tasa de alcoholemia permitida.

Los agentes arrestaron al hombre que, además, mostró una elevada agresividad y resistencia a la autoridad en todo momento. Fue transferido al Puesto Principal de la Guardia Civil, donde permaneció a la espera de pasar a disposición judicial.

Los hechos ocurrieron pasadas las tres y media de la madrugada del viernes al sábado, cuando una patrulla policial observó un vehículo con cuatro ocupantes, estacionado en segunda fila en plena travesía urbana, en la avenida Reyes Católicos, en sentido Málaga.

En ese momento, los agentes se percataron de que el vehículo inició una conducción errática y, por ello, se colocaron en paralelo para dar el alto al coche. El conductor, según el atestado policial, no se percató de la orden, al estar manipulando un teléfono móvil, de ahí que los agentes acabaran accionando las señales acústicas.

Según ha informado el Ayuntamiento, en ese momento el conductor "aceleró de forma brusca e inició la huida a gran velocidad y de forma temeraria". En la rotonda del Palo Borracho giró en dirección al centro de salud, entró en una vía en sentido contrario y acabó rodeando la iglesia parroquial por calle Cantarranas y por Málaga, hacia la salida del pueblo. Allí esperaban los agentes para darle de nuevo el alto, aunque, lejos de detener el vehículo, volvió a acelerar, lo que les obligó a apartarse para no ser atropellados.

Tras dar aviso a la base, los policías recabaron la información sobre los propietarios del vehículo a través de la placa y localizaron el domicilio. Al acudir al mismo, se toparon de nuevo con el coche, que emprendió una tercera huida, aunque finalmente pudo ser interceptado en la rotonda de la variante de la A-404 a la altura del acceso al Punto Limpio Municipal, ya que otras dos patrullas se encontraban en las inmediaciones.

A pesar de la fuerte resistencia que oponía el joven a salir del coche, finalmente varios agentes lograron sacarlo. El individuo presentaba claros síntomas de estar bajo los efectos del alcohol y seguía en actitud poco colaborativa, con varios forcejeos continuados.

En este sentido, se le informó de que quedaba detenido por un primer delito contra la seguridad vial y luego se identificó al resto de pasajeros, dos mujeres de unos 19 años y otro varón de 25, contra los que no se presentaron cargos y, además, admitieron haber pasado bastante miedo durante las persecuciones y las peligrosas maniobras del conductor.

En una primera inspección ocular, además, se hallaron en el interior del vehículo hasta tres 'posturas' de hachís, presumiblemente, para consumo propio, las cuales fueron incautadas. Luego se le practicó la prueba de la alcoholemia, de la que resultó, en segunda prueba, una tasa de 1.05 miligramos por litro, lo que supone cuadruplicar el índice máximo permitido por la ley. Ahí se le informa de un segundo delito contra la seguridad vial y se le condujo al puesto de la Guardia Civil.