Los jardines de Forestier y la Mina del Rey Moro se reinventan

Ambos enclaves han reabierto tras ser adaptados para las visitas turísticas

Una mujer camina por la bajada secreta a la Casa del Rey Moro.
Javier Flores Ronda

20 de septiembre 2013 - 05:01

Los jardines de Forestier y la Mina secreta de bajada al Tajo, situados ambos dentro de la conocida como Casa del Rey Moro, reabrieron ayer sus puertas con un renovado concepto, buscando ser además de un atractivo turístico en sí mismo, poder ser también un punto de encuentro y celebración de actos.

Las instalaciones han sido adecuadas para la visita de turistas, siendo la bajada de la Mina en gran atractivo, en el que ayer la música en directo fue la protagonista, demostrando la gran acústica de sus salas. Al final del largo descenso, de casi 200 escalones, esperan las tranquilas aguas del río Guadalevín y el contemplar el Tajo de Ronda desde su fondo.

En el recorrido, que fue realizado por la mujer del presidente de EEUU, Michelle Obama, durante su visita a la ciudad, discurre entre una mezcla de historia y leyenda, que rodea a esta impresionante perforación por el interior de las paredes del cortado rondeño que data de tiempos árabes y realizada con esclavos cristianos. Leyendas sobre la zona en la que hay huesos enterrados de los esclavos que murieron durante la construcción o que se trataba de una obra para posibilitar el baño de una princesa árabe en el río fuera del alcance de posibles miradas. A ello se unen datos ciertos, como la reforma que realizó la Duquesa de Parcent de parte de la vivienda o los paseos en barca que realizaba la duquesa por el lago que se forma junto a la puerta de acceso al río.

En el acto estuvo presente el promotor del proyecto y propietario del recinto, Jochen Kien, que rechazó hablar sobre el conflicto que mantiene con el Consistorio rondeño. Eso sí, confirmó que abandona definitivamente su idea inicial de construir un hotel de lujo, que ha transformado en un proyecto para crear un hotel museo de tan solo cinco habitaciones. Eso sí, será un proyecto a largo plazo, ya que se irá financiando con los ingresos que se obtengan con las visitas y actos que se desarrollen en las instalaciones, según explicó el empresario alemán durante la presentación del remozado espacio.

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