Las aguas cristalinas, la flora y los árboles autóctonos hacen que el río Chíllar sea uno de los puntos más visitados por los turistas que acuden a la Costa del Sol oriental. Esta ruta de 8 kilómetros se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de la Tejeda, Almijara y Alhama y permite a los visitantes caminar entre los cahorros. La vuelta de los turistas a la provincia después del Covid está deteriorando el estado de este río, por lo que Ecologistas en Acción y el Ayuntamiento de Nerja piden a la Junta de Andalucía que se tomen medidas para regular las visitas.

Estos meses de verano han llegado a subir hasta la Poza del Vado de los Patos hasta 3.000 visitantes, según Rafael Yus, presidente Gena – Ecologistas en Acción, porque este destino se ha convertido en una alternativa para el turismo de playa. Esta situación se sucede desde antes de la pandemia y el Ayuntamiento de Nerja lleva años intentando que se controle el número de senderistas que acceden al cauce del río Chíllar cada día.

La afluencia de turistas siempre ha sido alta, pero según informa El País, este año ha habido un crecimiento importante de visitantes debido a que ha estado restringida la actividad durante los veranos de 2020 y 2021 por la pandemia y también por el reciente interés del turismo de naturaleza.

Para poder conservar el paraje natural, el concejal de Medio Ambiente, Javier Rodríguez, aseguró en mayo que el Pleno de la Corporación había acordado, por unanimidad, solicitar a la delegación territorial de Agricultura, Ganadería y Pesca y a la de Desarrollo Sostenible de Málaga, que se actuara “de manera urgente” para regular el acceso al río Chíllar por el riesgo de accidentes, el deterioro medio ambiental y el problema ante posibles incendios forestales.

En este sentido, la Junta de Andalucía asegura que las Consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural están estudiando qué medidas se pueden llevar a cabo porque el río Chíllar es de dominio público hidráulico. Además, insisten en qué buscan encontrar las más adecuadas para conservar el río Chíllar, “sin que afecte al público”. Cierto es, que “no hay nada decidido”, están analizando la situación y desconocen cuándo se pondrán en marcha.

Al día han llegado a visitar el río Chíllar hasta 3.000 personas, según Gena - Ecologistas en Acción

Por su parte, Rafael Yus sostiene que “como mínimo tiene que haber una limitación de aforo, aunque nosotros somos más radicales y pensamos que no debería entrar nadie”. Asimismo, se lamenta porque son muchos los problemas que los senderistas están causando en el cauce del río. En primer lugar, insiste en que las personas al andar por el río están perjudicando a los animales invertebrados que allí se encuentran y que “son la base de la pirámide alimenticia de otros animales que viven fuera como el martín pescador”. En cuanto a las especies protegidas, la llegada de turistas está afectando al hábitat del sapo partero bético, que allí reside, y ha hecho desaparecer el galium pirifolium, “una planta común en el río Chíllar que está en peligro de extinción y ha desaparecido por el pisoteo”.

El comportamiento de las personas, Yus lo asemeja al “ruido de una feria” y añade que no es el adecuado porque están continuamente gritando. Además, critica los desperdicios que estas personas generan, ya que “dejan los restos allí con la excusa de eso se lo comen los animales y al final se acumula”.

La orografía del terreno tampoco ayuda en el caso de que se produzca un accidente. “Aquello es una zona muy estrecha, llena de pinos y en cualquier momento se puede producir un incendio y la capacidad que tiene para que la gente pueda salir de allí es muy limitada”, admite el presidente de Gena – Ecologistas en Acción. También hace hincapié en que entre pared y pared hay un metro de distancia en algunas zonas, por lo que si alguien sufre un accidente, la evacuación de dicha persona es muy complicada porque no puede llegar ningún helicóptero a la zona. Por ello, esperan que se lleven a cabo las medidas necesarias para hacer frente a esta situación.