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Marbella espera la llegada de turistas árabes tras el Ramadán

  • La finalización del ayuno es un acicate para el sector turístico en la localidad Son consumidores de alto poder adquisitivo

El punto y final del mes de Ramadán marca el arranque de la llegada de visitantes procedentes de Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes y Marruecos a la Milla de Oro, lo que supondrá un acicate para el sector turístico en la ciudad en un verano en el que los expertos vaticinan nuevos crecimientos para la temporada. Los datos de ocupación y de reserva para los meses de julio y agosto no solo son mejores que años anteriores sino que a parte de ello contribuye que el calendario de esta fiesta religiosa, que varía cada anualidad, ha concluido en la primera semana del mes, no echando a perder parte de la temporada como en otras ocasiones. "El cliente árabe en Marbella es uno de los clientes estrella y más apreciado por el sector hotelero, llevan viniendo muchos años de forma constante y consolidada eligiendo Marbella como lugar de vacaciones", expresa Fernando Al-Farkh, director general del hotel Los Monteros.

Desde que el ya fallecido Rey Fahd eligiera el municipio para pasar sus vacaciones no es baladí la predilección de dinastías como la saudí por pasar el verano en la costa, como es el caso del príncipe Salmán, nieto del rey Faisal de Arabia Saudí. Estos soberanos visitantes suelen llegar a la ciudad ya terminado el mes de ayuno. "La estancia media es significativa aunque siempre está sujeta al comienzo y fin del Ramadán. Este año se adelantó con respecto al año pasado, lo que nos deja por delante un espacio libre más largo de tiempo", señala Al-Farkh, quien añade que la estancia media del cliente árabe supera la media habitual. "Es un cliente de alto poder adquisitivo que reserva varias habitaciones por un periodo medio de entre 15 días y tres semanas", apunta.

"Varios días antes de que termine el Ramadán empiezan a reactivarse todas estas reservas", comenta Ignacio Giménez, jefe de ventas del hotel Alanda, el único establecimiento con distintivo halal en España, a tan solo 60 metros de la mezquita del Rey Fahd, en plena Milla de Oro, y que se caracteriza por ofrecer un servicio específico para el mercado musulmán, por lo que no se ofrecen bebidas alcohólicas ni tampoco carne de cerdo en ninguno de sus restaurantes, e igualmente se vigila que no haya productos con trazas de grasa de cerdo en ningún caso, algo habitual en la bollería o los yogures. Aunque este distintivo ha provocado que el hotel se haya convertido no solo en un referente para el turista musulmán, sino también nacional, que a día de hoy es su principal cliente, seguido del inglés. "El mercado árabe va creciendo cada año. Hoy por hoy supone cerca de un 40% del turista que se aloja en el hotel, seguido del marroquí", comenta.

Para el presidente de la Asociación de Empresarios y Profesionales CIT Marbella, Juan José González, el mercado árabe siempre se ha destacado por ser un mercado con gran capacidad adquisitiva. "Es un cliente de un alto poder adquisitivo que ocupa los hoteles de mayor lujo y compra las viviendas de más alto standing, lo que se traduce en estancias más largas y en un mayor gasto", expresa.

En Puerto Banús, donde se aglutinan el mayor número de tiendas de lujo de todo el territorio, en la que se pueden encontrar boutiques de firmas internacionales como Cartier, Dolce & Gabanna, Carolina Herrera, Michael Kors o Bulgary, los comerciantes esperan cada año la llegada de estas dinastías. La venta de joyas es uno de los principales reclamos, aunque ya no derrochan como solían hacerlo antes. "Las compras de leyenda ya no se producen", explica Miguel Gómez, propietario de la joyería Gómez y Molina, una de las enseñas tradicionales de Marbella por cuyas instalaciones han pasado, y pasan, todo tipo de referencias millonarias, conocidas o no. "Destaca que son gente con mucho conocimiento del producto y de los precios internacionales", agrega. El gasto medio bien podría oscilar entre los 3.000 euros o los 45.000 de un reloj hasta el millón de euros de una sola tajada.

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