El Ayuntamiento de Marbella iniciará los trámites para recuperar el helipuerto del exasesor urbanístico y cerebro del caso Malaya, Juan Antonio Roca, con el fin de regular su uso y que la ciudad se convierta en origen y destino de vuelos nacionales e internacionales.

La Audiencia Provincial de Málaga decretó en mayo que el Consistorio recuperase la posesión de la finca donde se encuentra ubicado el helipuerto y la entrega de la concesión administrativa otorgada en su día a la sociedad Helio Ponto Marbella SL mediante un decreto de Alcaldía.

El Gobierno municipal ha aprobado realizar de manera paralela el proceso para la recuperación de la parcela, la revisión de la adjudicación y las actuaciones urbanísticas oportunas con objeto de poder sacar a concurso la explotación del helipuerto, según ha anunciado hoy el portavoz del Ejecutivo local, Javier Porcuna.

El edil ha explicado que la iniciativa pretende satisfacer la demanda existente de una línea regular entre Marbella y Málaga, que podría extenderse a otros destinos nacionales, así como "establecer un puesto fronterizo para que Marbella sea destino final de cualquier trayecto en helicóptero con un origen geográfico mundial".

El objetivo, según Porcuna, es "mejorar las comunicaciones presentes y futuras de la ciudad" y posicionar a Marbella "al nivel de otros destinos turísticos con los que competimos como pueden ser Mónaco, Nueva York o Saint Tropez, que todos tienen su helipuerto".

El portavoz municipal ha indicado que la actuación incluye también que el helipuerto siga sirviendo igual que hasta ahora como base de operaciones de los diferentes cuerpos de seguridad.

"Es una necesidad estratégica para la ciudad", ha señalado el concejal, que ha destacado que el hecho de llevar a cabo los tres procesos administrativos de forma paralela permitirá acortar los plazos para sacar a concurso la concesión del helipuerto, que podría convocarse en un plazo máximo de dos años.

Roca obtuvo en 2001, cuando trabajaba con el fallecido alcalde de Marbella Jesús Gil, dicha concesión por un periodo de 50 años para la construcción del helipuerto en una parcela de 14.000 metros cuadrados ubicada en la zona de Manchones Altos.

Las instalaciones se convirtieron durante años en la base de operaciones aéreas del exasesor, que se desplazaba desde allí a otras de sus propiedades en Murcia o Huelva, la mayor parte de las veces pilotando su propio helicóptero