Un joven de 23 años ha fallecido este domingo en la localidad malagueña de Ardales y otra ha resultado herida en una colisión entre una motocicleta y un coche, según han informado a Efe desde el Centro de Gestión del Tráfico de Málaga. El siniestro se ha producido sobre las 08:45 en la carretera A-357 a la altura del punto kilométrico 20 en sentido decreciente hacia Campillos.

La moto ha ardido y se ha movilizado un a helicóptero sanitario del 061, a los bomberos del Consorcio Provincial y a la Guardia Civil, como han indicado desde el Centro de Coordinación de Emergencias 112 Andalucía. 

La carretera permaneció cortada durante la intervención de los operativos desplazados al lugar del siniestro y, por el momento, se desconocen las causas que provocaron la colisión entre ambos vehículos. El ocupante del coche, una mujer de 50 años, tuvo que ser excarcelada y trasladada en helicóptero a un centro hospitalario. El corte de la vía ha provocado retenciones importantes. 

Este es el segundo accidente mortal con motocicletas implicadas que se produce en las carreteras malagueñas durante este mes. El pasado 4 de octubre un motorista falleció en el kilómetro 3 de la carretera A-7059 que comunica las localidades de Cártama y Coín. Los testigos alertaron al 112 de la salida de la vía de una moto y hasta el lugar del siniestro se desplazaron sanitarios del del 061 y un helicóptero medicalizado, que no pudo hacer nada para salvarle la vida. 

Cabe recordar que durante los meses de julio y agosto, los accidentes mortales en la provincia aumentaron un 80% respecto al verano de 2022. De esta manera, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha registrado nueve siniestros mortales y doce fallecidos.  

Cuatro personas perdieron la vida en la carretera debido a colisiones frontales; tres por alcances; dos por atropellos; dos por choque contra obstáculo o elemento en la vía; y uno por una colisión frontolateral. Según los factores concurrentes asociados a los nueve accidentes con víctimas mortales se deduce que la distracción vuelve a ser el factor concurrente más común.