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Nerja y la Junta retoman la regulación del uso del río Chíllar

  • El objetivo es instalar controles y cupos de acceso en el cauce para los senderistas

Reunión mantenida entre los responsables municipales y autonómicos.

Reunión mantenida entre los responsables municipales y autonómicos.

El Ayuntamiento de Nerja y la Junta de Andalucía han vuelto a poner sobre la mesa la necesidad de regular el acceso al río Chíllar. Una actuación que lleva en espera desde hace al menos una década y que se ha hecho crucial en los últimos años al llegarse a contabilizar hasta 3.000 personas cualquier fin de semana de verano.

La seguridad de los excursionistas, el riesgo de incendios y la acumulación de basuras son los principales problemas a atajar en este enclave del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama.

El alcalde de Nerja, José Alberto Armijo (PP), mantuvo este viernes una reunión con el delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible en Málaga, Fernando Fernández-Tapia para avanzar en el plan de autoprotección del río Chíllar a través de la creación de un grupo de trabajo.

Según explicó, la nueva directora del Parque Natural de las Sierras Tejeda, Almijara y Alhama, Mariana Ortí, ha planteado una propuesta que sirva de inicio para los trabajos de redacción del documento que establezca el uso recreativo”. En ella se recoge la necesidad de instalar controles de acceso y seguridad, y el posible establecimiento de un cupo de acceso.

Durante los meses de verano recorren el cauce alrededor de 3.000 senderistas

En el Plan de Autoprotección inicial, la administración autonómica contemplaba la creación de una nueva normativa que estableciese un número limitado de senderistas y que regulase los accesos así como cada una de las pozas y tramos que conforman el cauce.

La intención de tanto de la Junta de Andalucía como del Ayuntamiento de Nerja siempre ha sido garantizar la seguridad de los visitantes, que sobre todo, se congregan durante los meses estivales. También salvaguardar el buen estado del cauce ante la masiva afluencia de visitantes. Y es que precisamente el verano coincide con el periodo de riesgo alto de incendio. Ha habido días que se han llegado a contabilizar más de 2.000 personas.

En el primer borrador, se detectaron zonas que podían ser más conflictivas y otras que podrían servir como punto para la evacuación o como refugio en caso de un incendio. La idea era crear bolsas de seguridad reguladas por monitores para los excursionistas, de forma, que las personas que acudiesen al cauce los hiciesen con garantías de seguridad. Éstas coincidirían con aquellas con menor vegetación o de mayor facilidad de acceso. En otros puntos, de mayor riesgo, se evitarían las concentraciones de personas.

En el Plan de Autorregulación del Río Chíllar participarían además de la Consejería de Desarrollo Sostenible y el Ayuntamiento de Nerja, la Policía Local, Protección Civil y el Consorcio Provincial de Bomberos.

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