Educación

Niños con necesidades especiales de Arroyo de la Miel, sin cole por falta de monitor

  • Esta situación afecta a los tres alumnos del aula específica del colegio Miguel Hernández

Colegio Miguel Hernández de Benalmádena.

Colegio Miguel Hernández de Benalmádena.

Hugo no pudo comenzar las clases el pasado martes como el resto de niños de su colegio. Pese al madrugón que supone levantarse temprano el primer día tras las vacaciones, preparar la mochila y el bocadillo para el recreo, ni él ni el resto de sus compañeros del aula específica saben cuándo podrán comenzar las clases debido a la falta de monitores. La sorpresa se la llevaron los propios padres cuando, al llegar al colegio Miguel Hernández de Arroyo de la Miel, en Benalmádena, a la hora prevista, se encontraron con un aula aún sin terminar. “Había unos señores pintando, no había ni puertas ni tampoco material”, explica Esther, la mamá de Hugo, de 12 años, que padece una grave enfermedad neurológica desde los cinco meses, quien relata que tras este primer imprevisto les ofrecieron subir a los niños a otro aula de manera provisional.

Ni los padres ni la dirección del centro saben cuándo se reanudarán las clases

Sin embargo, no fue hasta pasada una hora y media desde su llegada al centro cuando les informan de que la profesora no puede hacerse cargo de los niños sola, ya que algunos tienen movilidad reducida, debido a la falta de un monitor, por lo que tienen que cerrar el aula. “Mi hijo no entendía por qué el resto de niños sí se podían quedar y él no. Me lo tuve que llevar en un estado de nerviosismo altísimo y al borde de un ataque epiléptico”, comenta indignada.

“No es normal que pase esto cuando mi hijo ya tiene asignada su aula específica. No nos dan soluciones y lo peor es que ni siquiera sabemos cuando empezarán sus clases ya que no lo sabe nadie en este centro. Nos tendrían que haber avisado y no los habríamos llevado”, agregó.

Se trata del segundo curso de Hugo en un aula específica. Tras años de reclamaciones, el año pasado consiguió, a sus 11 años, una plaza en un aula específica en el colegio Mariana Pineda de la misma localidad. “Fue un año extraordinario, el mejor de toda la escolarización de Hugo, con unos profesores y un equipo directivo súper involucrado”, argumenta. Sin embargo, este mismo verano, la Junta de Andalucía les informó, sin más explicaciones, del cambio de ubicación al colegio Miguel Hernández, donde las clases debían haber empezado el 10 de septiembre. La situación afecta a los tres niños matriculados en el aula específica de este colegio.

Desde el centro, la directora del colegio asegura que la delegación de Educación les confirmó el pasado viernes “que el aula específica estaba lista y tanto la profesora como la monitora estaban nombradas para que el martes comenzaran sus clases”. Sin embargo, continúa, el mismo día del inicio de las clases, “después de hora y media y con los padres allí esperando me dicen que no está nombrada la persona que tiene que ayudar a la profesora en el aula y que la tienen que cerrar sin darnos una fecha para poder abrirla ni ninguna solución que ofrecerle a los padres”.

“Los padres están muy indignados y los entiendo con razón”, comenta la directora del centro, que asegura que a la falta de monitores del aula específica se suman también la falta de otros tres profesores en el centro, lo que impide el normal funcionamiento de las clases al inicio del curso escolar.

Por último, este periódico ha intentado, sin éxito, recabar en el día de ayer la versión por parte de la delegación de Educación en Málaga.

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