Cartajima

Reciben 300 solicitudes tras ofertar trabajo y casa para atraer a familias

  • El Ayuntamiento registra peticiones vía telefónica, correo fax y en sus propias instalaciones.

El Colegio Público Rural Alto Genal de Cartajima vive una situación delicada al no disponer de alumnos suficientes para alcanzar el mínimo exigido. El Consistorio, ante el llamamiento realizado a familias con hijos para trasladarse al pueblo a cambio de una vivienda de alquiler "a bajo coste" y de "trabajo temporal", está recibiendo una avalancha de solicitudes a través de telefonía, correo, fax e interesados que se personaron en el Ayuntamiento. Alrededor de unas 300 peticiones se llegaron a contar ayer desde que el alcalde Francisco Benítez anunció la urgencia.

Los vecinos de Cartajima ven bien que vengan personas a darle vida al pueblo y que no cierren el colegio, pero la difícil situación laboral pone siempre la puntilla. A Carmen Lagos, vecina del pueblo, le parece "maravilloso" que vengan niños para solucionar el problema, aunque no sabe "de donde van a sacar el trabajo para estas familias si no tienen ni los de aquí". Esa misma línea expresó Olivia, dependienta de la única panadería existente en Cartajima: "Si no hay vida en el pueblo, ¿cómo se van a venir familias?".

Olivia, cuando se enteró de la noticia, comentó que sus amigos no paraban de decirle "si había que venir a Cartajima a procrear". Con similar tono irónico se lo toma el padre de la dependienta, un señor de 80 años, que no tardó en declarar que "por aquí tenemos a 10 o 12 solteros que están buscando mujeres". "Lo que se necesitan son jóvenes de entre 20 o 25 años con ganas de tener hijos". Cartajima presenta la misma situación que reflejan muchos otros pequeños pueblos de la Serranía. "En mañanas como estas por el pueblo apenas vas a encontrar a gente, solo personas mayores que van al campo, a comprar el pan… no hay jóvenes y los pocos que quedan no tienen hijos o se marchan fuera en busca de un trabajo para poder vivir", explicó Pepa, vecina que comparte su casa con la panadería. "El trabajo está muy repartido, mi hijo entra el lunes 15 días y después tiene que volver a ponerse a la cola, los pueblos se están perdiendo y es una pena. El alcalde es muy humanitario, pero no puede hacer milagros".

Al que fuese alcalde de Cartajima, Alfredo Corbacho, le parece muy bien la medida tomada por el Consistorio, "pero que le digan la verdad a la gente, tendrían que aclararlo todo y no tener a la gente engañada con falsos anuncios". Coincidió con él un joven de unos 30 años, que también se mostró en contra de la solución propuesta por el Consistorio: "No lo veo factible porque ya otras veces han venido familias y se han tenido que ir, se les da trabajo los primeros meses, pero después nada, se vuelven a marchar porque no hay futuro".

José Luis, otro cartajimeño, siempre ha trabajado siempre en el campo y en los chapús que le han salido, ahora es prejubilado y tiene que hacer "filigranas" con la ayuda de 426 euros que recibe. "Aquí no hay forma de vida, a quien se traiga o le das una buena paga o vuelve a ocurrir lo mismo que siempre ocurre, se van las familias. Antes se echaban 20 días de castañas y ahora ni 10", comentó José Luís mientras recogía su compra diaria del pan para el desayuno.

Aspirantes a la solicitud desorientados

Entre las personas que acudieron a Cartajima para pedir información, algunos llegaron con más conocimiento del anuncio que otros. Un vecino de la localidad gaditana de Ubrique se trasladó al municipio de Cartajima para conocer de primera mano las condiciones requeridas después de haber leído un mensaje en Facebook en el que se indicada que el alcalde "da trabajo y facilita vivienda". Mensaje confuso. Allí le aclararon que ofrecerán una vivienda en alquiler a bajo coste y trabajo temporal, sin asegurar un futuro, por lo que la familia decidió pensar si echar la solicitud o no.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios