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Recuperando la historia del motor

  • Un vecino de Ronda que fue mecánico profesional y que ya está jubilado se dedica a restaurar vehículos antiguos

Restaurar vehículos históricos es un arte al alcance de muy pocos. Unos de esos maestros artesanos es el rondeño Bernardino Ramírez, que es capaz de reconstruir casi de la nada estas viejas glorias de la carretera.

Jubilado, tras muchos años en activo como mecánico profesional, ahora se dedica a su gran pasión y hobby, la reparación de coches clásicos. Precisamente, uno de sus grandes proyectos es el que le ocupa en estos días, un Steyr descapotable de 1920. Es la gran joya de su colección y en estos momentos está siendo sometido a un gran proceso de revisión, que incluye en montaje total del motor y la caja de cambios para mejorar sus condiciones. Por lo demás, parece que hubiese salido en estos momentos de la fábrica.

Precisamente, el trabajo artesanal que es necesario para reparar este tipo de vehículos hace que nos traslademos al entrar a su taller a los años cuarenta con felicidad. Grandes cuadros de llaves en las paredes, tornos y un sinfín de placas que reflejan las de viajes por el mundo que este apasionado del mundo del motor clásico lleva realizados. Incluso se desplazó con su Steyr a la zona de Austria en la que fue construido.

Mientras revisa con mimo el vehículo estrella de su colección, en la parte trasera de su taller descubrimos su último proyecto, la recuperación de un Daimler Benz deportivo que compró en el chasis. "Estaba muy dañado cuando lo compré", explica Bernardino, que recuerdo que lo dejó aparcado y hasta hace cuatro años no retomó su reconstrucción. Ahora, tras emplear cuatro años de trabajo en el mismo, el coche empieza a cobrar vida y ya puede verse su estilizada figura, que fue creada en el año 1919. Eso sí, para que pueda volver a salir a la calle y circular le quedan casi otros cuatro años de trabajo. Para entonces para maqueta original que tiene Bernardino como guía será una realidad. Además, también ha tenido que conseguir en internet todas las especificaciones técnicas y estéticas del vehículo, además de realizar una reproducción a escala en un plano. "Es volver darle vida a una parte de España", afirma.

Ahora, pasado el tiempo, el coche ya tiene forma exterior, aunque para ello se han tenido que reconstruir buena parte del chasis, un proceso totalmente manual, que cuenta con las expertas manos de este artesano del motor. Además, pondrá su particular granito de arena sobre el diseño original, al introducirle algún cambio que considera más adecuado y llamativo. Este hecho hará que sea un coche único cuando pise nuevamente la carretera, algo que podría en unos cuatro o cinco años.

Una reconstrucción que toma forma y a la que tiene que echar imaginación, ya que, al no existir ya algunas de las piezas necesarias, tienen que crearlas en su taller con el material más adecuado. Para ello tira de ingenio en muchas ocasiones para hacer renacer un vehículo que pasará de ser un montón de chatarra a un coche histórico. Y es que no siempre están disponibles las piezas originales, por lo que hay que realizar adaptaciones de otros materiales.

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