Salud levanta la prohibición de beber el agua de Benaoján y Montejaque

La medida ha estado en vigor más de un mes · Propietarios de tiendas aseguran que el turismo rural se ha resentido y esperan que se recupere de cara al puente

Una fuente de Benaoján, de la que ya se puede beber.
Una fuente de Benaoján, de la que ya se puede beber.
Javier Flores / Montejaque

sanidad, 01 de diciembre 2011 - 05:01

Los vecinos de Benaoján y Montejaque ya pueden abrir tranquilos los grifos de su casa. Ayer la Delegación de Salud, tras un mes de prohibición para consumo humano, levantó la alerta sanitaria que pesaba sobre el agua de ambas localidades y la volvía a calificar como apta. Hasta ahora los vecinos estaban viendo obligados recurrir al agua de cubas o embotellada para realizar una tarea tan simple como lavarse los dientes. Evidentemente, beber estaba prohibido, aunque en las muestras tomadas en los grifos los resultados de los análisis se encontraban dentro de los marcados por la legislación vigente. No obstante, en el pozo de abastecimiento y en el propio depósito habían aparecido niveles no permitidos, lo que había llevado a decretar la medida de prevención ante la posibilidad de contaminación si llegase a fallar en algún momento el sistema de cloración.

Los camiones cubas ahora, y las cubas de la Legión primero, ya son historia en el paisaje urbano de ambas localidades. Mientras tanto, entre su población se extiende la sensación de que todo este asunto ha tomado unas dimensiones excesivamente grandes para la realidad que se estaba produciendo. También existe un número considerable de vecinos que no han atendido las recomendaciones sanitarias y han seguido consumiendo el agua que llegaba a sus grifos. "Si a las casas llegaba bien, no entiendo a qué venía no poder beberla", decía un vecino. Otros han optado por soluciones caseras. "Ye he estado hirviendo el agua por precaución", decía otra vecina, aunque en su caso aseguran que "el agua de beber sí la he comprado de botella". El asunto tampoco ha estado exento de polémica política, y es que el alcalde de Benaoján, Francisco Gómez, acusó a los responsables de Salud de crear una "alarma innecesaria" y llegó a anunciar que iba a proponer el nombramiento de la delegada provincial, María Antigua Escalera, como persona non grata por el daño que consideraba que le estaba ocasionando al municipio. Gómez no ha dudado en vincular el asunto a una cuestión política por no pertenecer el Ayuntamiento al PSOE.

Precisamente, Escalera, en un comunicado emitido ayer se desvinculaba la actuación que se ha realizado de cualquier relación con la política y lo vinculaba a la necesidad de garantizar la salud de los vecinos.

Además, muchos se seguían preguntando ayer cómo era posible que las fábricas de chacina, que cuentan con controles sanitarios semanales y casi diarios por técnicos propios no detectaran ningún tipo de problema en el agua que les llega a sus instalaciones. Ello les lleva de forma inmediata a sumarse a la tesis defendida por su alcalde de que este asunto se había sobredimensionado.

No obstante, ahora todos quieren pasar página lo antes posible y que la normalidad vuelva a ambos pueblos. El turismo rural, que tiene una fuerte implantación en la zona, ha sido uno de los grandes perjudicados por la alerta sanitaria que ha estado vigente durante más de un mes. Ahora, los responsables de los alojamientos y de las pequeñas tiendas esperan que se pueda recuperar el nivel de ocupación de cara al próximo puente de la Constitución. "Hemos notado bastante el descenso de las ventas, hay mucho menos turismo", decía el responsable de una de las tiendas de Benaoján.

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