El municipio de Alpandeire ha puesto en marcha talleres de cerámica y de cestería de mimbre dirigidos a sus vecinos, unas iniciativas que están gozando de buena aceptación por parte de los participantes, según explicaron desde el Consistorio mediante un comunicado.

Los participantes en el taller de cerámica están experimentando de primera mano las sensaciones y la satisfacción de realizar todo el proceso artesanal y creativo de elaboración de diferentes piezas, utensilios y recipientes desde el diseño y modelado de la arcilla, pasando por el horneado y el posterior esmaltado y decoración hasta obtener el resultado final. Los participantes están aprendiendo diferentes técnicas cerámicas como la cuerda seca o el tercer fuego. Además, el taller de cerámica también se imparte cada 15 días a los niños y niñas del pueblo. Para ello el Consistorio habilitó unas instalaciones en una nave municipal en la que también se instaló un horno para poder cocer las piezas.

Por otro lado, este jueves se ha iniciado en el antiguo consultorio médico un taller de mimbre en el que los asistentes están comenzando a elaborar sus propios canastos haciendo uso de esta materia prima tradicional. Ambos talleres se desarrollarán durante varias semanas en el municipio y, además, en próximas fechas dará comienzo un taller de reciclaje en el que se utilizarán materiales del entorno para crear una pieza simbólica que hará referencia al pasado del municipio, y que se instalará en un punto del casco urbano por determinar.

Desde el Ayuntamiento también han explicado que los beneficios de organizar este tipo de actividades no sólo están relacionados con el desarrollo de habilidades físicas que favorecen la movilidad, a través del trabajo de manos y brazos, sino que acudir a talleres de cerámica o mimbre también tiene efectos terapéuticos: concentrarse en una actividad que requiere paciencia y cierto grado de atención favorece la reducción del estrés, el aumento de la capacidad de concentración y permite explorar la faceta más creativa de uno mismo que a veces queda en un segundo plano con la automatización de las rutinas.