Pasear a lo largo de la antigua carretera N-340 en Torrox cada vez es menos peligroso. Al elevado tráfico de la travesía, sobre todo en verano, se sumaba la estrechez de las aceras, que en algunos casos, eran casi inexistentes. Desde hace varios años, el Ayuntamiento trabaja por mejorar esta vía para favorecer al transeúnte. El último punto negro de la costa, fue ayer eliminado con la finalización de las obras en la zona de Casas Nuevas.

"Este acerado, tan reclamado por vecinos y comerciantes para dotar de mayor encanto y centralidad a la zona, va acompañado de un incremento de las plazas de aparcamiento en la franja litoral del municipio, garantizando de este modo a quien venga a visitarnos durante el verano que no tenga que enfrentarse a este problema", comentó el alcalde, Óscar Medina (PP) quien ayer visitó los trabajos junto a la concejal responsable de Obras e Infraestructuras, Paola Moreno (PP).

"Estamos adecentando tanto el casco histórico como la Costa, proporcionando bienestar y seguridad vial a los torroxeños", alegando que, "además de una mejora estética, esta actuación supone el fin de un punto negro histórico del municipio, sumándose a otros trabajos de acerado ya acometidos en La Carraca y en la zona del Río Torrox, y próximamente en El Peñoncillo", explicó. Medina aprovechó para atacar al anterior gobierno socialista de "inacción permanente" recordando que "pese a recibir más de dos millones de euros del Gobierno cuando recepcionó la antigua N-340, nunca hizo nada al respecto".

Por su parte, Moreno informó de que "la actuación, enmarcada en el Plan Provincial de Asistencia y Cooperación a Entidades Locales 2017 en la anualidad de 2018, ha supuesto un coste de 269.592 euros". La obra ejecutada con fondos de la Diputación ha tenido un plazo inferior a 70 días, y ha sido ejecutada por la empresa local Construcciones y Alicatados Martín. El acerado tiene una garantía de seis años y ha supuesto la contratación de diez desempleados.