En la localidad de Torrox, la gestión de los espacios playeros ha evolucionado hacia una regulación que busca salvaguardar la equidad en el uso y acceso a las playas. A través de la Ordenanza Municipal de Reserva de Espacios en Playas, el municipio ha emprendido un camino que, si bien ha cosechado tanto elogios como debates, ha transformado la experiencia de los residentes y visitantes en sus playas.
La Ordenanza Municipal de Reserva de Espacios en Playas de Torrox constituye la piedra angular de esta regulación. Pablo Escobar, Oficial Adjunto a Jefatura de la Policía Local, arroja luz sobre los aspectos clave de esta normativa. Según Escobar, la ordenanza estipula que la ocupación indebida o el abandono de enseres en las playas puede dar lugar a sanciones que ascienden hasta los 300€, categorizadas como leves dentro del espectro de infracciones.
Sin embargo, la particularidad de la implementación en Torrox reside en su enfoque. En lugar de imponer sanciones inmediatas, el municipio ha adoptado un sistema de depósitos. Cuando la Policía Local interviene para retirar enseres supuestamente abandonados, se requiere que los propietarios abonen un depósito de 30€, concebido como una especie de garantía que asegura su cooperación antes de que se les entreguen los objetos recuperados. Esta disposición tiene como finalidad principal incentivar la colaboración y el cumplimiento.
El proceso, tal como lo describe detalladamente el Oficial Adjunto a Jefatura de la Policía Local, involucra dos etapas fundamentales. En un primer momento, el propietario debe realizar un pago de 30€ en concepto de depósito para que le sean restituidos sus enseres. Este pago actúa como garantía y asegura la recuperación de los objetos retirados por las autoridades, operando en una suerte de analogía con el funcionamiento de una "grúa playera". Una vez que se ha identificado de manera adecuada al propietario, se procede a plantear la sanción económica correspondiente, que, como se detalló con anterioridad, tiene un tope máximo de 300€.
Adicionalmente, el oficial Escobar hizo hincapié en que en numerosas ocasiones la población opta por no acudir a abonar el depósito requerido, lo que resulta en el transcurso de un período de 14 días que estipula la ordenanza. Si el propietario no se presenta dentro de este lapso, de acuerdo con la normativa, los objetos en cuestión son finalmente retirados y destruidos.
Indudablemente, en muchos casos, no existe una justificación plausible para el abandono de enseres en las playas de Torrox. "A menudo, se escuchan argumentos que intentan explicar la situación, como haber acudido por un breve instante al chiringuito, dar un paseo o alejarse para nadar", declaró el policía. Sin embargo, estas explicaciones no pueden considerarse válidas, según Escobar.
Al encontrarse con enseres que aparentemente han sido abandonados, las autoridades no solo registran la hora del avistamiento, sino que también anotan la hora exacta en la que se lleva a cabo la intervención. Por lo general, existe un lapso de tiempo de entre 35 a 45 minutos entre estos dos registros. Este margen se establece de manera deliberada para evitar cualquier posibilidad de malentendidos. Según el oficial, la intención detrás de este enfoque es asegurarse de que no se presente la oportunidad de alegar que los objetos fueron retirados poco después de haber sido dejados en la playa, reduciendo así cualquier posibilidad de acción por mera inercia.
Número de sanciones en años anteriores
Las estadísticas de intervenciones proporcionan una visión cronológica de la aplicación de esta normativa. Este año, Torrox no ha realizado ningún tipo de intervención respecto a la regulación de espacios en playas. Durante el año 2022, se llevaron a cabo 27 intervenciones. Estos números varían a lo largo de los años, desde un máximo de 41 intervenciones en 2016 hasta un mínimo de 4 en 2019, un año caracterizado por las restricciones derivadas de la pandemia.
Las opiniones dentro de la comunidad torroxeña se hallan polarizadas en relación con esta ordenanza. Aunque algunos residentes y visitantes aplauden la medida por su capacidad para preservar la igualdad de acceso y evitar un uso inapropiado de los espacios, otros expresan críticas argumentando que las sanciones pueden resultar restrictivas y afectar la experiencia playera.
Resulta destacable que, según las observaciones de Escobar, aquellos que más incurren en un uso inadecuado de los espacios son principalmente veraneantes y propietarios de residencias estivales en la zona. Esta dinámica a menudo implica ocupar temprano en la mañana, retirarse durante el día y regresar posteriormente, lo que ha generado tensiones con los residentes locales.
Municipios que implantan esta iniciativa
Hace casi una década, Torrox fue pionera en implementar esta iniciativa. A lo largo de los años, "hemos observado cómo varios ayuntamientos de la comarca de la Axarquía han seguido nuestro ejemplo y han adoptado medidas similares", señaló el oficial. Localidades como Algarrobo también han implementado sistemas de reserva de espacios. Además, en Málaga capital se ha tomado esta medida, "y aunque no estoy completamente seguro, creo que Nerja podría haberla implementado este mismo año".
En el caso de Nerja, hay informaciones que indican que se ha prohibido el uso de carpas y que se ha extendido el sistema de reserva de espacios en general. "Si esto es cierto, tendría incluso más sentido en Nerja, ya que las dimensiones de sus playas son más reducidas en comparación con otras zonas", explicó. Escobar piensa que la escasez de espacio se hace más notoria en lugares como Nerja, donde la demanda es alta y cada centímetro de playa cuenta para garantizar que todos los visitantes tengan la oportunidad de disfrutar del entorno playero de manera justa y equitativa.
Otras sanciones
Una de las áreas de enfoque más destacadas es la regulación de la presencia de perros en las playas. Esta intervención se basa no solo en el incumplimiento de las ordenanzas vigentes, especialmente durante las primeras horas de la mañana cuando algunos individuos pasean a sus mascotas, sino también en la existencia de una playa específicamente designada para perros.
Otro aspecto crucial en el que la Policía Local interviene es en la regulación de la venta ambulante en las playas. Esta cuestión, históricamente un tema de debate en playas de todo el mundo, también es objeto de atención y control por parte de las autoridades locales en Torrox. Sin embargo, en comparación con los casos de robos en la zona de playa, esta intervención es menos frecuente y solo se lleva a cabo en respuesta a denuncias previas. "En situaciones que involucran robos, la cooperación con otros cuerpos de seguridad es esencial para abordar el problema de manera eficaz", destacó el oficial.
Escobar considera importante señalar las inspecciones minuciosas que se realizan en relación con las concesiones de hamacas, una característica prominente en las playas de Torrox. La Policía Local se asegura de que se cumplan rigurosamente los requisitos de espacio establecidos y de que todas las concesiones cuenten con las licencias correspondientes, "manteniendo así un entorno playero regulado y ordenado".
Por último, pero no menos relevante, el cuerpo de seguridad del municipio también ejerce un control constante en relación con las personas que ofrecen servicios de masajes en las playas.
En definitiva, la Policía Local de Torrox dirige sus esfuerzos hacia diversas áreas en la gestión de las playas. La regulación de la reserva de espacios, especialmente en lo que respecta a sombrillas y otros elementos, ocupa un lugar central en su enfoque, junto con otras medidas destinadas a garantizar el cumplimiento normativo, la seguridad y una experiencia placentera para todos aquellos que disfrutan de las playas de esta localidad.
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