Sigue dando de qué hablar la presunta contratación irregular de trabajadores en el Ayuntamiento de Manilva. Ayer los protagonistas fueron los sindicatos CCOO y UGT que se encuentran cada vez más enfrentados a cuenta del proceso judicial abierto contra la alcaldesa, Antonia Muñoz, de Izquierda Unida. Los cinco miembros del comité de empresa pertenecientes a CCOO convocaron ayer una reunión para intentar revocar al presidente del comité de empresa, Francisco Román, que fue el que interpuso la denuncia contra la regidora.

La propuesta no podía pasar de eso, de una declaración de intenciones, ya que la mayoría en el comité de empresa la tiene UGT. Sin embargo, desde CCOO, conscientes de la situación, quisieron dejar claro con este gesto su oposición a Román para "desvincularse de la actitud del presidente de dicho comité de empresa contraria a los trabajadores municipales y denunciar el uso que hace de su cargo para hacer denuncias y actuaciones judiciales", según explicó la secretaria de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras, Rosa Rodríguez.

Desde CCOO no entienden cómo Román ha podido "denunciar a sus propios compañeros, a los trabajadores que no son culpables de la situación a la que se ha llegado". Mientras tanto Román, que pertenece a UGT, veía la mano de la alcaldesa detrás del conflicto sindical. Según él mismo explicó, Antonia Muñoz ha beneficiado "a integrantes del comité de empresa del citado sindicato a los que ha subido de categoría o ha aumentado el sueldo "hasta un 40 por ciento", según Francisco Román, quién ahondó más en la cuestión y señaló que otro de los representantes de CCOO en el comité de empresa "es familiar de un director de área de IU que además, a su vez, tiene a sus familiares contratados en el Ayuntamiento". Desde CCOO calificaron esta acusación de "absurda" y recalcaron que su único objetivo es "defender los intereses de los trabajadores".