El complejo medioambiental de Valsequillo (Antequera) se cobvertirá durante un año en campo de ensayos del nuevo modelo de máquina compactadora de la multinacional Bomag. En concreto, en el vertedero trabaja desde hace un mes el modelo BC 472 RB, que se une a la anterior versión en las labores diarias. De este modo, estas instalaciones servirán de escenario de pruebas para los equipos de la firma, que ayer hizo la presentación mundial de los mismos ante un centenar de representantes de potenciales clientes de toda Europa.

La nueva máquina se dedica a compactar los residuos que se depositan en los vasos de vertido de complejo, lo que "permite ahorrar espacio y, por tanto, alargar la vida útil de los vertederos, siendo su colmatación mucho más lenta", afirmó la diputada de Medio Ambiente y presidenta de la Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), Marina Bravo. El dispositivo permite una densidad de compactación de 1.200 kilogramos por metro cúbico.

Bravo explicó que se tiene previsto sustituir a las máquinas actuales de compactación durante este año, tras haber realizado más de 20.000 horas en los últimos cinco años. "Han trabajado muy bien, sin problema, así que está más que amortizada su compra", señaló la diputada. De igual modo, también se considera amortizado el modelo más pequeño que trabaja en el vertedero de Casarabonela. La nueva máquina mantiene las conocidas ruedas de la firma, que permiten una compactación más eficiente debido a que utiliza dientes no alineados, lo que posibilita que la presión se realice sobre un único punto. Además, dispone de un sistema para permitir realizar de forma cómoda todas las tareas de revisión del motor. A ello une otra importante novedad, como es una pala de empuje curvada en los extremos, lo que hace que se pueda mantener un 10% más de basura en el centro de empuje de la excavadora.

No obstante, una de las mejoras técnicas más importantes se encuentra en el motor, que ha sido mejorado para convertirlo en un elemento mucho más sostenible y adaptado a las nuevas normativas medioambientales. Los técnicos también han desarrollado una cabina mucho más amplia y cómoda para el conductor. Estos equipos tienen un precio que oscila entre los 350.000 y los 600.000 euros por unidad.