Provincia

Los alumnos del instituto La Maroma de Benamocarra regresan mañana a clase

  • El delegado de Educación, Antonio Escámez, anuncia por Twitter la vuelta a las aulas. El Consistorio urge a subsanar los desperfectos inventariados por bomberos y el arquitecto municipal

Los más de 200 estudiantes del instituto de Benamocarra regresarán mañana a sus aulas 53 días después de que tuvieran que abandonarlas, según han asegurado fuentes de la Junta de Andalucía. La delegación de Educación entiende que el único impedimento para que no pudieran regresar era el precinto de las instalaciones decretado por el juez y que hoy se ha levantado ya. Defiende que no existe riesgo de seguridad para los alumnos y que los posibles desperfectos se pueden reparar con los jóvenes en clase, asimismo añaden que la escollera, que está vallada, no se encuentra en la zona de docencia y que el edificio donde se imparte la enseñanza se encuentra en buen estado. El regreso de los alumnos se produce casi dos meses después de que tuvieran que trasladarse a seguir con sus clases en Vélez tras el conflicto entre el Ayuntamiento de Vélez y la delegación de Eduación de la Junta por las deficiencias observadas en la culminación de las obras del instituto y que provocó que un juez decidiera finalmente precientar el centro escolar

El Ayuntamiento de Benamocarra, por su parte, urge a la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía a subsanar las deficiencias existentes en el instituto La Maroma, tras el levantamiento del precinto ordenado esta mañana por el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Málaga. 

El alcalde, Abdeslam Lucena, ha cumplido el auto judicial y ha ordenado a mediodía la retirada del precinto que afectaba al centro educativo y la apertura del mismo, con el objetivo de que la Delegación de Educación acceda cuando lo estime oportuno.

No obstante, el regidor se remite a un informe realizado por técnicos del Consorcio Provincial de Bomberos (CPB), con fecha 14 de marzo, que señala que el centro tiene deficiencias relativas a los cálculos de ocupación, las salidas, los locales de riesgo –aulas de tecnología, caldera y almacenes-,  las instalaciones antiincendios, el gimnasio y la iluminación de emergencia.

El documento exige a la Administración competente que aporte documentación justificativa de la ocupación exacta y el uso alternativo de las aulas para comprobar que las medidas de evacuación cumplen con las dimensiones establecidas en las normas estatales. También subraya que los locales de riesgo deben tener una compartimentación de puertas, paredes y techos resistentes al fuego.

Además, los técnicos señalan que la centralita de detección de incendios no funciona adecuadamente porque incorpora una modificación no homologada. Las bombas de grupo contraincendios no están bien calibradas y se debe justificar el abastecimiento de agua al depósito previsto para apagar fuegos.

Tampoco funciona adecuadamente, según la certificación de bomberos, el grupo electrógeno cuando se produce un fallo en el suministro eléctrico. Del mismo modo hay que reparar, sustituir y comprobar que toda la luminaria de emergencia funciona correctamente porque en las pruebas realizadas había deficiencias.

En su conclusión, el informe insta al “órgano competente” a que se tomen las medidas correctoras oportunas “para subsanar las deficiencias anteriormente descritas”.

Por su parte, el informe que ha realizado el arquitecto municipal, firmado hoy mismo, 15 de marzo, expone que existen grietas en los paramentos exteriores del gimnasio con pequeños desplazamientos de la tabiquería que podrían suponer un riesgo en caso de seguir evolucionando.

En relación a los muros de escolleras exteriores, el arquitecto asegura que la práctica totalidad de los mismos se encuentran en un “peligroso estado de inestabilidad”, ya que existen desprendimientos por dos partes diferentes “con claro y evidente riesgo para las personas”.

Hay apuntalamientos y se han acotado espacios y prohibido el paso de personas para evitar riesgos a los usuarios del centro educativo. Según el informe, se puede observar que los muros de escolleras realizan una función de emparchado más que de contención, pues están colapsados en algunas de sus partes y suponen un riesgo por nuevos desprendimientos.

Por este motivo las proximidades de dichos muros “deberían continuar acotadas prohibiendo el paso de toda persona y tomando las medidas de seguridad adicionales que se consideren oportunas”, prosigue el arquitecto.

A consecuencia de los desprendimientos de los muros existen numerosas grietas en el encuentro entre el suelo de los patios y los paramentos verticales del edificio. Se puede observar como el suelo de dichos patios se ha hundido, tomando una leve pendiente hacia la avenida Dolores Ibárruri del municipio.

Del mismo modo, el ingeniero municipal manifiesta que el centro educativo está enganchado a la luz de obra, por lo que no hay garantía de seguridad y podría haber riesgo de incendios y cortocircuitos. Para evitarlo aconseja la instalación de un grupo electrógeno. Su informe propone asimismo el refuerzo de todos los muros de escollera y la reparación de las grietas verticales que existen en el gimnasio, ya que los vientos repetitivos podrían provocar desprendimientos.

Lucena confía en que la Delegación de Educación acometa a la mayor brevedad posible el arreglo de los desperfectos inventariados por los bomberos y el arquitecto municipal para que los más de 200 alumnos que estudian en aulas prefabricadas en Torre del Mar puedan regresar al instituto La Maroma en breve.

Además, manifiesta su total disposición a solventar cualquier problema que pueda surgir relativo a la licencia de primera ocupación del instituto, puesto que aún no se ha expedido y es una cuestión de autonomía municipal.

 

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