Por séptimo año consecutivo, los alumnos que cursan 4º de Primaria en el CEIP Indira Gandhi de Las Lagunas de Mijas tendrán que estudiar en aulas prefabricadas. El aparcamiento del colegio Tamixa continúa acogiendo los módulos de "latas", como dicen los padres. Éstos forman las aulas, los baños, el comedor y la sala de profesores. Ningún servicio más tiene este colegio sin sede propia que escolariza a niños desde 2010. Y cada año con menos espacio en el patio. Se les reduce el lugar de esparcimiento de los pequeños para poner las siguientes "caracolas" que den cabida a los nuevos escolares. Este año entran 40 alumnos de 3 años, por lo que el número de niños ya alcanza los 530.

"Ya tenemos un total de 22 prefabricadas y los niños siguen sin contar con gimnasio, aula de idiomas, de música, salón de actos, laboratorio, nada", se queja Mariló Olmedo, presidenta del AMPA las Caracolas. Aunque contentos con ver por fin máquinas en el terreno donde se ubicará el centro, aseguran que esto "llega tarde". A los niños que se escolarizaron en 2010 tan sólo les quedarán dos cursos en el nuevo edificio. Eso contando con que los plazos se cumplan y que puedan estrenar la infraestructura en septiembre de 2017. "Te da cierta tranquilidad pues parece que la obra va viento en popa", agrega Olmedo. En agosto, la empresa Sando firmó el contrato de obra con la Junta de Andalucía y según las condiciones del pliego la obra -con un presupuesto de seis millones de euros- prevé durar 18 meses y "se supone que van a acabar el edificio para septiembre de 2017 y los seis meses restantes sería para zonas de patio", comenta la presidenta del AMPA.

Mientras tanto, tendrán que vivir un año más en instalaciones temporales y desde la asociación denuncian que aún, a diez días para el inicio de las clases, no se ha colocado el módulo que albergará las dos clases para los escolares de nuevo ingreso. "Ni siquiera han puesto la plancha de hormigón sobre la que va colocada la estructura, que luego hay que montar desagües de los baños y acondicionar las aulas con sillas, mesas, pizarras...", se queja esta madre. "No se ha hecho nada todavía y nos tememos que no esté listo para el 12 de septiembre", añade Olmedo. También aseguran que el Ayuntamiento no ha acometido durante el verano ninguna labor de mantenimiento ni de reparación de desperfectos que se solicitó a final del curso.

Los padres se quejan de que el patio "se nos ha quedado a la mitad" y que "van a tener que hacer tres turnos para salir al recreo", dice Mariló Olmedo. En cuanto al comedor, los padres aseguran que ya se hacían dos turnos y que están completos. "No sé si podremos hacer un turno más o se quedarán alumnos sin tener plaza en este servicio", subraya.

Lo que tampoco están dispuestos a permitir es que el colegio se divida en dos sedes durante las obras del edificio. "Dicen que si terminan la parte de Infantil los pequeños se podrían mudarían para después de Navidad, pero los padres hemos dicho no, que nos mudamos todos o ninguno", comenta Mariló Olmedo. "Los grandes van a iniciar su séptimo curso en las latas y sería injusto que vieran a los que acaban de llegar estrenar un edificio por el que llevamos tantos años luchando, no lo vamos a consentir", manifiesta la presidenta del AMPA. También apunta que no sería operativo tener la dirección del centro, la jefatura de estudios y la secretaría en un edificio y los alumnos de Primaria y sus profesores en el Tamixa, ya que ambas ubicaciones distan más de 20 minutos caminando. El nuevo edificio contará en la zona docente con un total de 36 aulas -12 de Infantil y 24 de Primaria- y ocho aulas de pequeño grupo que permitirán acoger a un total de 900 alumnos. En cuanto a los espacios comunes, tendrá biblioteca, sala de usos múltiples, gimnasio con vestuario, aula de música y comedor, además de pistas deportivas, huerto, zona ajardinada y zona de juegos con porche cubierto.