Anaís, el bar de Benamargosa que abre tres meses después de la DANA: "Nos planteamos si esto era posible"

Los dos negocios más afectados y cercanos al río ya han reabierto sus puertas

Benamargosa se sacude el barro un día después de la DANA: "Ha sido la peor inundación en 100 años"

El bar de Anaís tras la reforma
El bar de Anaís tras la reforma / Ignacio Martín

"Lejos" queda aquel fatídico 13 de noviembre, el día en el que una DANA provocó "la peor inundación de Benamargosa en 100 años". Tras este episodio, que solo se saldó con daños materiales, surgió una increíble ola de solidaridad. La parte más lejana al río se recuperó y los vecinos siguieron con su rutina, pero los más cercanos quedaron "olvidados y aislados" de la vida normal. Después de tres meses de sufrimiento, desesperación y mucho gasto, el restaurante de Anaís reabrió, el último que quedaba por hacerlo. Los dueños consiguieron la calma, casi 90 días después de la tormenta.

"Fue como nuestro primer día, de hace 23 años, la misma sensación, pero con diferente edad y experiencia", explica Anaís, dueña del restaurante, junto a su marido, Ángel Ruiz. Este local ha sido el último en volver "a la normalidad", en enero lo hizo el pub de Pablo Pascual, el otro negocio más afectado por la riada.

La hostelera admite que el camino "ha sido más largo de lo esperado", una travesía que ha durado casi 90 días, "que parecía no acabar". El camino no fue fácil para la familia. A las dudas de si podrían lograrlo, la desesperación por no acabar, el trabajo que realizaron mañana tarde y noche, y la cifra invertida, de la que, "ni sabemos exactamente, ni queremos echar cuentas con exactitud", aseguran ahora después de que tuvieran dudas de si reabrirían.

"Sí, el primer día tuvimos una excelente acogida, los vecinos se volcaron y fue toda una celebración, el negocio sigue", aclaran los dueños. Eso sí, del restaurante anterior solo queda el nombre, la riada se llevó consigo todos los objetos: "No pudimos salvar ninguno, tuvimos que levantar el suelo, cambiar el sistema eléctrico, el almacén, prácticamente abrimos un local nuevo, pero lo importante es que eso es pasado, y que hemos vuelto", añaden los propietarios.

Asimismo, aunque han podido reabrir "en condiciones" aún no disponen de un almacén, con humedad y en malas condiciones, además, requieren "pequeños trabajos" para pulir el local. Un restaurante que el 14 de noviembre necesitó a decenas de voluntarios solo para limpiar el barro: "Nos llegamos a preguntar de si se podía rehabilitar", comentan los propietarios de Anaís.

Calle en obras que une el pueblo con los negocios más afectados
Calle en obras que une el pueblo con los negocios más afectados / Ignacio Martín
Almacén del restaurante Anaís tras la Dana
Almacén del restaurante Anaís tras la Dana / Ignacio Martín

Se reanudan los trabajos de la "famosa calle de obras"

Otra preocupación que tenían los dueños era el resultado de la calle en obras que, unía y "separaba", paradójicamente, a los vecinos de la "zona cero". La DANA pintó de barro el acceso al restaurante de Anaís. Así, esta duda se ha resuelto: "Se han reanudado los trabajos y se están haciendo a un buen ritmo", expresan los dueños del local.

El alcalde del municipio, Salvador Arcas, también lo confirma y añade que, "por fin se han resuelto los trámites". El regidor no se atreve a dar ninguna fecha de finalización, pero sí asegura que los trabajos estarán finiquitados "muy pronto" y que, al menos, se facilitará el tránsito a los locales de la zona.

La rapidez depende de si surgen posibles contratiempos: "Hemos comprobado que la mayor parte de la calle se encuentra cómo esperábamos, pero también de la existencia de una tubería obsoleta, todavía puede salir algo que nos ralentice, veremos, pero se está avanzando considerablemente", especifica el regidor de Benamargosa.

Arcas también ha comentado que "se están solucionando proyectos pertinentes", como el de la piscina, la cual esperan tener lista para este verano, se está estudiando la zona del río, y qué se va a hacer finalmente con el campo de fútbol —desaparecido ahora mismo a causa de la riada—.

"Por supuesto que queda mucho por hacer, pero lo más importante ya se ha hecho. No hemos parado de reunirnos con agricultores, afectados... No hay partido ni banderas, todo un pueblo ha trabajado, todos los concejales lo han hecho excepcional y a la vista está", expone el alcalde. Asimismo, también valora que "es una muy buena noticia que hayan podido abrir los negocios más afectados".

Tres meses después de la tormenta, los más afectados de Benamargosa respiran con calma, mientras miran sus cicatrices ya curadas, que no se borrarán, y esperan que tampoco "se vuelvan a abrir".

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