Aquel camello de poca monta

Christopher Kinahan es conocido por su entorno más cercano como Christy y por la Policía de su país y las mafias rivales como el criminal listo. Natural del Reino Unido, llegó a Dublín en su niñez y vivió en varios lugares. Ahora tiene 53 años y está considerado el cerebro de la organización desarticulada en la Costa del Sol que, presuntamente, es una de las de mayor peso a escala internacional, vinculada con el tráfico de drogas, armas y el blanqueo de capitales. También con varios asesinatos ocurridos hace algunos años en Estepona. ¿Pero quién es realmente Kinahan y cómo ha llegado a Málaga? El periodista Tom Brady descubrió ayer algunas claves en el reconocido rotativo irlandés Irish Independent, la historia de un simple camello de poca monta que se convirtió en uno de los mayores narcotraficantes internacionales, todo previo paso por la cárcel, donde este maestro del crimen organizado no desaprovechó el tiempo.

Su residencia del centro de Dublín poco se parece a la que tenía en la Costa del Sol. Pasó de un sencillo inmueble en el centro de la capital dublinesa a una villa de lujo valorada en 6 millones de euros en el corazón de la Costa del Sol. Ahora deberá rendir cuentas ante la justicia y podría volver a ser encarcelado, aunque Kinahan parece que sabe aprovechar el tiempo entre rejas. Ha sido detenido en otras ocasiones por casos de menor trascendencia al actual, entonces empezó a expandir sus horizontes, leyendo tantos libros como pudo conseguir en la biblioteca carcelaria y estudiando un título. El periodista del Irish Independent narra incluso que llegó un momento en el que las autoridades de la prisión le ofrecieron un permiso por su buen comportamiento, pero rechazó la oferta. Kinahan quería terminar sus estudios, como hizo. También dominó varias lenguas, incluyendo el español, de ahí su apelativo: el criminal listo.

Y así llegó a la Costa del Sol, harto de la atención que recibía de la Policía irlandesa y de sus dos condenas de cárcel por narcotráfico y fraude. Ya había cosechado un gran número de contactos en el mundo de las drogas y decidió que ganaría más dinero como distribuidor internacional al por mayor que actuando como proveedor local. Málaga podía ser un buen lugar donde establecer el centro de operaciones.

En sus inicios pronto llamó la atención de la Policía, y su nombre llegó a oídos de la Unidad Nacional de Drogas a principio de los 80, al entrar en el negocio de la distribución. Su primer arresto llega en septiembre de 1986 en Dublín. Ya era padre de sus tres hijos y nunca había trabajado. Fue detenido por su vinculación con un alijo de heroína con un valor en la calle de 117.000 libras irlandesas, según publica el citado rotativo. Kinahan fue condenado por ello a seis años tras declararse culpable de la posesión de la droga con intención de distribuirla y así empieza su carrera, que antes de llegar a España tendría continuidad en Holanda y el Reino Unido, donde también fue encarcelado. Y siguió formándose.

En España construyó una red de socios irlandeses a su alrededor, según la Policía, y más tarde designó a un secuestrador convicto, John Cunningham, como su mano derecha. Así comienza su imperio. Cunnihgham había salido de Irlanda mucho antes y estaba cumpliendo una condena de 17 años por su participación en el secuestro de Jennifer Guinnes en 1986 de su lujosa casa de Dublín. El curriculum criminal de éste es mucho más amplio y no sólo relacionado con tráfico de drogas. La Policía de distintos países nunca le perdió la pista, de hecho en mayo del año pasado, la policía metropolitana de Londres encontró ocho armas semiautomáticas, cuatro ametralladoras, munición y silenciadores, y este hallazgo está bajo investigación por su presunta vinculación con Kinahan. Ahora ambos han sido detenidos en Málaga en una operación internacional.