Tres semanas después de que un profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria Nueva Andalucía de Marbella fuese agredido por el familiar de una alumna, la comunidad educativa se dio cita ayer en un acto de protesta. La concentración, que tuvo lugar en el céntrico parque de la Alameda, estaba programada para la semana después del incidente, pero tuvo que posponerse al denegar la Subdelegación del Gobierno el permiso por un problema burocrático.

Padres, alumnos y profesores se concentraron en apoyo al educador agredido y leyeron un manifiesto en el que mostraron su repulsa ante el hecho y condenaron "cualquier forma de violencia". Asimismo, afirmaron que la violencia "es un problema de todos que puede afectar a cualquiera en cualquier comunidad educativa y en cualquier ciudad".

Según los profesores, agresiones como la sufrida, "solo es plausible abordarlas y prevenirlas con éxito si todos actuamos en la misma dirección". Erradicar la violencia, continuaba el manifiesto, "es posible contando con la colaboración de las familias y con la disposición incondicional de la Administración a facilitar los cambios oportunos y proporcionar los medios adecuados, para implementar todas las medidas necesarias que proporcionen paz y tranquilidad en los centros educativos".

El profesorado hizo una advertencia a los centros educativos en los que la violencia se trata como un tema menor, "porque el poco cuidado puede desembocar en una convivencia intolerable". Los hechos que dieron lugar a la concentración de ayer tuvieron lugar a finales de abril cuando un profesor recibió varias patadas y puñetazos por parte del padre de una estudiante por el mero hecho de intervenir en una pelea que estaba teniendo lugar entre dos escolares. Esta no es la única agresión que los docentes del centro educativo han sufrido, por lo que los alumnos y profesores protagonizaron un acto de repulsa en las propias instalaciones la misma semana del incidente.