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Un conductor de VTC finge un secuestro para ocultar que había gastado la recaudación en una orgía en Fuengirola

  • La Policía Nacional ha detenido al hombre, que dijo que un cliente le robó, le llevó a un club de alterne en contra de su voluntad y le obligó a vender una moto

Policía Nacional por una calle de Málaga

Policía Nacional por una calle de Málaga / Javier Albiñana (Málaga)

Un conductor de VTC ha sido detenido por fingir un secuestro para ocultar que se había gastado la recaudación en una orgía en un club de alterne en Fuengirola. Según ha informado este martes la Policía Nacional, el hombre había denunciado a otro individuo por, supuestamente, retenerle contra su voluntad y, además de sustraerle el dinero e intimidarle con un arma blanca, obligarle a trasladarse hasta un club de alterne, donde le forzó a consumir sustancias estupefacientes.

Este individuo, tras gastarse todo el dinero, obligó a la víctima (el ahora detenido) a desplazarse en taxi hasta la casa de un amigo para venderle una moto; allí, y siempre según la versión del denunciante, bajo coacciones realizó la venta entregándole el dinero obtenido en la transacción con el fin de que siguiera consumiendo droga y manteniendo relaciones sexuales con las mujeres del club.

Justamente cuando su captor decidió finalizar en el club, le obligó a subirse con él en un taxi que los llevó hasta un garaje donde el agresor, tras amenazarle, le introdujo de forma violenta en un trastero durante varias horas.

Por los hechos relatados, los investigadores iniciaron las gestiones tendentes a su esclarecimiento, en el marco de una operación denominada Camerita. Tras numerosas gestiones, los agentes pudieron determinar que el denunciante no estuvo retenido en contra de su voluntad en ningún momento y que había entregado el dinero de la venta de su motocicleta voluntariamente, como consecuencia de un trato que habían realizado anteriormente.

Además, se pudo demostrar que todo lo ocurrido surgió de una noche en la que "víctima" y "agresor" ,los cuales se conocían con anterioridad, decidieron ir a un club de alterne, allí tras consumir drogas, mantuvieron relaciones con varias de las mujeres del club.

Después de la noche de fiesta, donde el denunciante se gastó el dinero de la recaudación de la empresa para la que trabajaba y el dinero de la venta de su moto, decidió denunciar a su compañero de juerga con el fin de justificar el gasto realizado y el lugar en el que permaneció durante todo el tiempo. Con todos los indicios recabados, los agentes detuvieron al denunciante por un delito de simulación de delito. 

La Policía Nacional ha insistido en el comunicado en la gravedad de las simulaciones de delito no sólo por el perjuicio de dedicar recursos públicos a la investigación de denuncias falsas, sino porque dichos recursos públicos materiales y humanos son detraídos de la investigación de delitos y faltas reales. Fingir ser víctima de un ilícito penal constituye un delito.

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