La constructora de la autopista de Las Pedrizas destruye un yacimiento

El Ayuntamiento de Antequera ha abierto un expediente urbanístico sancionador a la empresa que construye la autopista de peaje de Las Pedrizas, UTE Sacyr-Gea 21-Cavosa, por la destrucción total de un yacimiento arqueológico, el del Acueducto del Arroyo Valdivia, a su paso por la pedanía de Villanueva de Cauche. La empresa estaba informada del descubrimiento por el Consistorio antequerano, la Junta de Andalucía y la empresa encargada de los correspondientes controles en la materia durante el desarrollo de los trabajos.

El alcalde de la ciudad, Ricardo Millán, afirmó que no consentirá "actuaciones de este tipo en el municipio, que se distingue por la conservación de su patrimonio histórico y por los mecanismos de control para ello". "Por supuesto, vamos a poner en marcha el procedimiento para sancionar estos casos, aunque el atropello que se ha producido contra el patrimonio arqueológico y etnográfico de todos, ya no es reparable", añadió.

Los elementos de cerámica que quedaron al descubierto indicaron a la Oficina Arqueológica Municipal que la infraestructura fue edificada en el siglo XVIII y posteriormente restaurada o consolidada durante el pasado siglo, ya que estaba cimentada mediante aparejo de mampuesto poligonal con doble llagueado, muy frecuente en construcciones públicas del primer cuarto del siglo XX. La longitud del tramo era de 16 metros por medio metro de ancho y una altura máxima de 3,7 metros.

Al no estar catalogado el yacimiento, por encontrase en una zona que no había sido estudiada con metodología arqueológica, la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía obligó a la empresa adjudicataria de la redacción del proyecto de ingeniería a realizar las prospecciones previas. La destrucción total del acueducto ha impedido que las instancias públicas se pronuncien sobre el valor del mismo.

Igualmente, a unos 1.300 metros al norte de donde se situaba este yacimiento han sido interrumpidos los trabajos de construcción de la autopista por la aparición de una villa romana de cronología altoimperial, posiblemente dedicada a la elaboración de aceite, en el entorno de la ciudad iberorromana de Aratispi.