Detenido un cuidador por robar a un octogenario y destrozar su vivienda en Fuengirola

Agentes de la Policía Nacional.
Agentes de la Policía Nacional. / Europa Press

Un cuidador de 37 años fue detenido el pasado martes por la Policía Nacional en Fuengirola por presuntamente robar unos 5.000 euros a un octogenario y dañarle toda la vivienda antes de abandonar el inmueble.

El cuidador llevaba poco tiempo trabajando en la casa de la víctima, que en el momento de los hechos estaba solo debido a que su mujer, también mayor, había salido un momento de la vivienda, según han informado a EFE fuentes policiales.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Fuengirola, en funciones de guardia, acordó el pasado miércoles el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre por estos hechos, que podrían constituir un delito de daños agravado, según han matizado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. También se le investiga por la presunta comisión de un delito de hurto y de un delito leve de lesiones.

El detenido se acogió a su derecho constitucional a no declarar, mientras que se espera que en los próximos días puedan prestar declaración los miembros del matrimonio de avanzada edad víctimas de los sucedido.

Según ha adelantado el diario Sur, la mujer salió del domicilio para ir al médico y dejó a su marido con el cuidador, que llevaba mes y medio trabajando en el domicilio.

Cuando ella volvió a casa, sobre la una y media de la tarde, se encontró el interior del piso reducido a escombros con muebles destrozados, sanitarios rotos y sofá desvencijado, todo en presencia del su marido.

Una madre se atrinchera en una habitación con su hijo menor en Mijas mientras amenaza a su padre: "Si abrís os mato"

Por otra parte, una madre ha sido detenida en Mijas después de haber mantenido retenido, presuntamente, en una habitación a su hijo, de unos 8 años, mientras profería insultos y amenazas de muerte contra su marido, que aguardaba fuera junto a otro vástago, también menor de edad, según han informado fuentes policiales. Era, precisan, una "situación de alto riesgo".

La Policía Local se movilizaba hacia las 9 y media de la noche del pasado 1 de febrero. Un hombre, que se encontraba muy nervioso, pedía auxilio. Según su testimonio, había tenido que abandonar la vivienda familiar después de que su mujer los expulsara a él y a sus dos hijos y tuviera que irse a vivir a una furgoneta en compañía de ellos. La noche de autos, agotado por el panorama, contactó con la Policía. La patrulla de agentes que se desplazó hasta allí consiguió mediar entre la pareja. Las aguas parecían haber vuelto a su cauce.

Pero, cuando apenas había transcurrido una hora, el hombre, de nuevo, contactaba con los investigadores para solicitar auxilio. Esta vez, la situación había ido a mayores. El progenitor aseguraba que la madre de los niños los había amenazado de muerte y que se había atrincherado con uno de ellos en una de las dependencias. Temía, según su testimonio, que la mujer les causara algún daño. Cuando los policías llegaron al inmueble comprobaron que ella estaba encerrada en uno de los cuartos con uno de sus hijos. Se negaba a abrir la puerta y tampoco permitía que saliera el menor.

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