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La deuda de 11,2 millones lastra el futuro de Tívoli en Benalmádena

  • El parque resulta “viable” a pesar de las contingencias judiciales que arrastra de años

Vista del parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena.

Vista del parque de atracciones Tívoli World de Benalmádena. / M. H. (Benalmádena)

La deuda de 11,2 millones de euros que acumula la empresa que explota el parque de atracciones Tívoli World, ubicado en Benalmádena, lastra el futuro del espacio lúdico, que continúa a expensas de las “contingencias judiciales” que arrastra a pesar de ser “viable”, según ha destacado el administrador concursal Juan Antonio Sánchez.

Así lo ha concluido el letrado nombrado el pasado mes de agosto por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga tras declarar el concurso de acreedores necesario de la empresa que explota el recinto desde su compra en 2004, la Compañía Internacional de Parques y Atracciones SA (CIPASA), vinculada al empresario cordobés Rafael Gómez, más conocido como Sandokán.

De este modo, el concurso de acreedores iniciado el pasado agosto a petición del grupo inmobiliario Tremón - que compró en 2007 el parque en el marco de una operación más amplia a Rafael Gómez, y que finalmente derivó en un conflicto judicial por una presunta falta de pago y que está pendiente de resolución del Tribunal Supremo-; se encuentra en una fase intermedia tras la elaboración del informe por parte del administrador concursal.

El documento fue entregado al Juzgado “al final de octubre” del pasado año y se ha “trasladado a las partes”, en el cual se determinan las “causas de insolvencia” de Tívoli, así como las “masas activas y pasivas”, siendo impugnado por el grupo inmobiliario debido a este último concepto. 

En este sentido, Sánchez ha explicado que la insolvencia del parque se debe a que “la gestión no ha sido la más adecuada” por parte de CIPASA, a pesar de que “estos años ha estado siendo rentable” el espacio lúdico.

Ello deriva de un litigio judicial sobre la propiedad y la posesión de los terrenos y las instalaciones de Tívoli que inició “Tremón en su día contra CIPASA pidiendo que se le hiciera entrega del parque que compro” y que “está siendo objeto de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo” que interpuso la segunda sociedad al entender que supuestamente “el precio no está pagado”. El recurso está pendiente de que “sea admitido a trámite”.

En cuanto a las masas pasivas, ha señalado que CIPASA presenta una “deuda reconocida total de todos los acreedores de 11,2 millones de euros”, de los que 9,5 corresponden a “deuda pública”. En concreto, “4,7 millones a la Seguridad Social y 4,7 a la Agencia Tributaria”, y 387.000 euros al Ayuntamiento de Benalmádena en concepto de “tasas”, mientras que el resto tiene que ver con adeudos con “privados” como bancos o proveedores, ha agregado el abogado.

Como soluciones, Sánchez ha apuntado a “tres escenarios posibles”, como que “el Tribunal Supremo considere que hay que entregar la posesión del parque a Tremón”, en cuyo caso devendría “propietaria y poseedora” del espacio y de “todos los activos y sus cargas” como los 160 trabajadores de Tívoli o el adeudo.

Una segunda vía sería que “apareciera cualquier firma o empresa interesada en la adquisición del parque y llegará a un acuerdo” con ambas sociedades implicadas para “comprarlo con toda su plantilla, asunción de la deuda, etc”. Una tercera opción es que CIPASA “llegara a un acuerdo con los acreedores para un convenio con quitas y aplazamientos” de la deuda, lo que supondría la salida de la “situación concursal” y “quedar a expensas de lo que resuelva el Supremo”.

En este sentido, ha valorado que la tercera vía sería la “ideal”, aunque “la menos probable, ya que consideró que tanto la Agencia Tributaria como la Seguridad Social “no son proclives a llegar a un convenio”, ha remarcado.

 

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