Un estilo de vida basado en comer alimentos crudos

Balta, con barba, y dos crudívoros, en La Cascada
Balta, con barba, y dos crudívoros, en La Cascada
Efe / Ojén

Ojén, 09 de septiembre 2008 - 05:01

En pleno siglo XXI aún existen tribus. Es el caso de un colectivo de personas que practican una manera de vida higienista y naturalista, siguiendo una dieta basada en la alimentación cruda, la llamada crudivegana con la que cuidan su organismo y evitan enfermar. Estas personas viven rodeadas de naturaleza y practican el nudismo a diario en La Cascada, una finca situada en la sierra del municipio malagueño de Ojén, que reúne, o bien por temporadas, o de forma permanente, a los menos de cien crudívoros confesos de España.

Los crudívoros aseguran que es el único régimen que no desvirtúa o destruye las propiedades de los alimentos, y que lo llevan a cabo porque al cocerlos, las enzimas se pierden, "y éstas son necesarias para la digestión", explicó Balta Lorenzo, la persona que introdujo esta dieta en España hace ya 18 años. Según Balta, ésta es la dieta más antigua, ya que antes de descubrir cómo hacer fuego, las personas se alimentaban como el resto de los animales, es decir, con comida cruda. "La cocina no existe en la naturaleza, no hay plantas o árboles que den frutos cocidos, por lo que lo natural es el alimento crudo".

Pero no sólo España tiene adeptos a este estilo de vida. Alemania, Gran Bretaña, EEUU o Filipinas son otros países que tienen seguidores, algunos muy reconocidos, como el doctor Douglas Graham, que prepara a deportistas de élite. La dieta crudivegana cuenta en algunos de estos países con programas de televisión, revistas especializadas, institutos o restaurantes de lujo. Tanto es así, que los días 12, 13 y 14 de septiembre, con la luna llena, La Cascada acogerá el primer Festival Internacional de crudívoros en España, donde se reunirán más de cien personas de todo el mundo, según comentó Balta. Durante esos días, divulgarán su dieta y sus vivencias y harán actividades como yoga, biodanza o meditación.

Asimismo, no todas las personas que pasan por la finca siguen esta forma de vida. Muchos que visitan la sede española lo hacen porque tienen problemas de salud o de adicciones. "Aquí se han convertido al crudivorismo personas que vinieron enfermas de sida, de cáncer, comedores compulsivos o adictos a la cocaína, y los que no se curaron, mejoraron", aseguró Balta.

La dieta crudívora tiene la variante frugívora, en la que sólo se ingieren frutas, y en países como Francia, cuenta con la corriente Instinto Nutrición, compuesta de carne, pescado y huevos crudos.

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