Fuga temeraria durante 20 minutos entre Mijas y Cártama de dos conductores en vehículos robados

Veinte minutos de persecución policial para dar caza a dos hombres presuntamente huidos a bordo de unos vehículos robados. Un Range Rover sustraído en La Cala de Mijas y un BMW en Toledo protagonizaron una fuga temeraria por carreteras secundarias de la provincia de Málaga, con final en Cártama, donde la Guardia Civil logró detener a uno de los sospechosos.

Según ha podido confirmar Málaga Hoy a través de fuentes próximas al caso, los hechos comenzaron cuando una patrulla del puesto de Alhaurín el Grande, en previsión de que los ladrones tomaran dirección hacia la localidad, se desplazó hasta la carretera que sube desde la zona de Entrerríos. En ese punto, los agentes se cruzaron con los dos vehículos a la fuga, ambos con dos ocupantes en su interior.

Al advertir la presencia policial, los conductores emprendieron la huida a toda velocidad, iniciándose una persecución que se prolongó durante casi media hora y recorrió cerca de 20 kilómetros. La carrera comenzó en la zona de la Venta de los Morenos y continuó por el camino que conecta con la carretera en dirección a Coín, momento en el que los dos vehículos se separaron.

La patrulla centró sus esfuerzos en el BMW, al que siguieron hasta el casco urbano de Cártama. Allí, tras varias colisiones con otros vehículos, los ocupantes se fugaron presuntamente a pie. Uno de ellos fue detenido en el lugar, mientras que el segundo logró escapar y continúa, por el momento, en paradero desconocido. El BMW, que había sido sustraído en Toledo, fue recuperado en el momento del arresto. El Range Rover, por su parte, apareció posteriormente en la localidad malagueña de Monda.

Hubo, según las mismas fuentes, algunos heridos leves a consecuencia de los choques, aunque ninguno de gravedad. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación para localizar al segundo implicado y determinar si ambos sospechosos podrían estar relacionados con otros robos de vehículos cometidos en la zona.

La Policía descubre a un hombre herido de bala en un vehículo a gran velocidad

Mientras tanto, la Policía Nacional sigue investigando el último tiroteo registrado en la Costa del Sol. Un Mercedes avanzaba a toda velocidad por unas de las carreteras que conecta Málaga con Marbella, adelantando a otros vehículos y obligando a conductores a apartarse del camino. Dentro, dos hermanos se dirigían con premura hacia el hospital más cercano. El copiloto sangraba por una herida de bala en la pierna tras haber sido alcanzado por un disparo. Después confesaría que ya sabía que algo iba a ocurrirle. Antes, subrayó, hubo otro aviso, según fuentes próximas al caso.

Un Zeta, como se conoce a los radiopatrulla de la Policía Nacional, alertado por la conducción temeraria, dio el alto al vehículo sospechoso la noche del miércoles al jueves. Al acercarse, los agentes descubrieron que uno de los pasajeros había recibido un disparo en la rodilla. Lo que comenzó como actuación por una infracción de tráfico derivaría en una investigación por un nuevo tiroteo, el enésimo en la Costa del Sol, con un herido, una huida al hospital y un silencio que pesa.

La víctima fue trasladada a un centro sanitario, donde los médicos confirmaron que su vida no corría peligro. Su versión y la de su hermano eran contradictorias. El conductor aseguraba que habían quedado con un hombre para venderle un coche, pero que, al llegar al lugar, aparecieron tres personas y abrieron fuego sin mediar palabra. El otro, desde la camilla del centro hospitalario, bajo custodia policial, confesó que ya sospechaba de que podían dispararle, lo que alimenta la hipótesis de que el caso pueda estar relacionado con alguna deuda o robo. Le avisaron, según su testimonio, unos días antes de que algo iba a suceder, aunque se negó a dar más detalles, alegando que, si hablaba sobre lo ocurrido, lo matarían, extremo que confirmarán las pesquisas.