El gaucinense Sergio Pérez, el campeón europeo de herradores de caballos

El campeonato contó con la participación de los cuatro mejores profesionales de cada país

Reclama una "formación reglada" para la profesión en España

El fin de los coches de caballos en Málaga

Sergio Pérez herrando un caballo.
Sergio Pérez herrando un caballo. / M. J. S.

Sergio Pérez, natural de Gaucín, ha resultado ser el campeón europeo de herradores de caballos, tras participar en la competición European Farriery Championship 2024, y reclama una "formación reglada" para la profesión en España.

El campeonato está organizado por la European Federation for Farriers Associations (EFFA) y el fallo se dio a conocer el pasado 15 de diciembre, en el que compitieron “los cuatro mejores herradores de cada país” con la participación de 50 candidatos.

Es la tercera vez que Pérez se presenta al campeonato y esta vez ha sido. Todo un logro. “La prueba consistió en herrar un casco de caballo con herradura forjada”, es decir, hacer como un calzado a medida manual “desde un trozo de platina”, como pide el juez y en un “tiempo muy limitado”. En otras “se combina herrar una pata y hacer la forja de una herradura”, explica.

En la competición se valoraron aspectos como “el recorte del casco, la adaptación de la herradura, la calidad de la forja y la terminación”, ha señalado el joven, quien ha valorado que recibir el premio supone “cumplir un sueño y más porque cuando empecé nunca imaginé que iba a participar en un campeonato de Europa, y mucho menos ganarlo”, además de representar a Málaga y Gaucín en el evento. Y ello pese a competir con una lesión en la muñeca, lo que demuestra que “no hay que perder la esperanza y hay que trabajar para conseguirlo, pase lo que pase y sean las circunstancias las que sean. Con esfuerzo, fe y constancia, todo se puede conseguir”.

Su afición por el mundo equino viene desde su adolescencia, cuando a los 15 quería ser “jinete”. “Mi padre me compró una yegua, decidí comprar las herramientas y herrarla”, relata sobre una práctica que “no es recomendable porque sin cascos no hay caballo”.

En 2014 descubrió la competición y “eso fue un punto de inflexión grandísimo porque fue donde empecé a exigirme de hacer un trabajo mejor”. “Para mí ha sido fundamental para crecer”, destaca. Así, ha participado en campeonatos de Francia, Bélgica, Holanda o Inglaterra. También en el Campeonato del mundo que se celebra en Canadá, quedando sexto en 2024.

Recorre la Costa del Sol con su taller móvil, con el que asiste unas 20 cuadras de la zona desde Sotogrande hasta Fuengirola y una veintena de equinos a la semana, con clientes en Marbella, Estepona, Mijas o Benahavís, como La Zagaleta.

Según destaca, la Costa del Sol “es una zona que está bien conectada y a lo largo de la autovía tengo muchas cuadras y no necesito hacer grandes desplazamientos”, además de que “los mejores clientes están aquí”.

“Aquí hay un filón grande de trabajo con caballos de deporte, porque hay muchos extranjeros que son los que han traído esa cultura a España, que no existía. Entonces, aquí tenemos trabajo de calidad y cantidad”, asegura.

Sus clientes son profesionales que se dedican a la competición o aficionados a la hípica la gran mayoría, siendo “la Costa del Sol una de las mejores zonas de España en cuanto a caballo de deporte y donde hay afición a la doma clásica y al salto”.

“Es un hobbie caro y aquí se concentra un porcentaje grande de gente que se lo puede costear porque hay mucho extranjero pudiente”, señala Pérez, que pone de relieve que los clientes son principalmente de “los países nórdicos como suecos o noruegos, aunque hay de todas las nacionalidades como ingleses o franceses”.

Reivindicación del oficio

Pérez reivindica la “importancia del oficio del herrador”, que ejerce desde 2006, al considerar que se tiene “más responsabilidad que un jinete o un veterinario” en la salud de los caballos o en la carrera deportiva de los equinos.

“Trabajamos con los caballos cada seis semanas, volvemos a verlos para recortarles los cascos y cada error nuestro hace que se vaya a pique”, mantiene.

Pérez apunta que hay caballos que “tienen desviaciones en sus extremidades que hacen que su pisada y su casco no sean los correctos”, siendo uno de los problemas más habituales el “desequilibrio” en la pezuña, pudiendo generar que “se va a empezar a deformar o a rajar”.

“Nosotros nos encargamos, en la medida de lo posible, de equilibrar ese casco y recortarlo apropiadamente para que pise y se apoye bien y esas estructuras soporten el peso”, recalca.

Formación reglada

Por otro lado, critica que en España “no hay una formación reglada y la gran mayoría de gente no está dispuesta a gastarse dinero en la empresa privada para formarse y hace lo que buenamente puede”. Ello deriva en “tener problemas y que nuestro oficio se vea con mala reputación y nos perjudica en todos los sentidos”.

Por ello, solicita “una formación reglada a nivel nacional” y que “cada persona que quiera iniciarse sepa dónde tiene que acudir”, al ser la formación privada en España con “un par de empresas que han creado escuelas”.

Asimismo, pide un “reconocimiento” de la profesión de herrador, ya que “no tenemos ni epígrafe, es un trabajo duro físicamente y quizás se debería reconocer y valorar la edad de jubilación”.

stats