Más horas de frío para los cerezos
Cuando el mes de enero ya está expirando y en Alfarnate apenas se han registrado tres días de frío, los agricultores comienzan a preguntarse si este año tendrán cerezas. De momento, más que preocupación es incertidumbre ante el comportamiento que tendrá este cultivo con un invierno tan caluroso, y si las bajas temperaturas que puedan llegar todavía afectarán a la planta en plena floración.
Los cerezos llegaron a Alfarnate en la década de los 90 por recomendación de técnicos agrónomos que vieron que este pueblo axárquico reunía las condiciones idóneas para su cultivo. Se encuentra a 925 metros sobre el nivel del mar y registraba temperaturas mínimas durante los meses de diciembre y enero. Un condicionante que este año no se ha dado ya que han sido muchas menos las horas de frío registradas este año. Dependiendo de la variedad, requieren entre 400 y 700 horas para conseguir este fruto en óptimas condiciones. Esta última semana sí han conseguido amaneceres de cuatro o cinco grados y tardes de ocho.
"Es una incógnita lo que puede pasar pero mucho nos tememos que este año haya menos cantidad. No lo sabremos hasta que no florezcan y se conviertan en fruto", explica el alcalde, Salvador Urdiales, quien asegura que se está adelantando porque muchos árboles ya tienen las yemas. No obstante, el frío de los últimos días las ha parado. La época propicia para que se llenen de flores es entre marzo y abril. "Todavía estamos a tiempo de que haga frío pero no mucho porque una vez que ha florecido puede quemarlas y que no salga el fruto. O que éste sea muy pequeño, y al no tener resistencia se lo lleve. Lo mismo ocurre con la lluvia en esta etapa de crecimiento", comenta Urdiales.
Heladas con bajo cero sólo ha habido un par de noches en todo el invierno. "No recordamos un invierno con tan poco frío desde que plantamos los primeros cerezos, y no llegamos a los siete grados mínimos que requieren. No hace frío ni por la noche ni por la mañana. No hemos tenido ni una nevada, lo más algo de escarcha, pero claro, tampoco ha llovido", apuntan los agricultores quienes lo simbolizan con el hecho de que "todavía no han sacado el chaquetón del armario". "Dependemos completamente de la climatología, y ya se vio en verano que nunca habíamos tenido 40 días de calor", indica otro agricultor. De hecho, el alcalde señala que mientras que el pasado invierno se registró una pluviometría aproximada de 1.000 litros, este año no han llegado a las 400.
"Todavía queda algún mes por delante pero sobre todo aquí los meses buenos de lluvia son de octubre a febrero, luego cae alguna tormentilla que otra", explicó Urdiales quien comentó que precisamente por las condiciones climatológicas de Alfarnate muchos agricultores se estaban animando a cultivar pistachos ya que requiere de inviernos fríos y veranos calurosos.
Pero los cerezos no son los únicos cultivos cuya producción podría verse mermada por la falta de frío. El olivar, los subtropicales, los almendros, los nogales o los manzanos también están adelantado su floración. "Es una incógnita porque no sabemos lo que puede pasar. Hasta abril debería de llover y refrescar pero esto no había pasado nunca y no sabemos las consecuencias. Entendemos que pueda afectar de forma considerable pero no lo sabemos, en el campo siempre hay imprevistos", comenta el secretario general de Asaja, Benjamín Faulí, quien recordó que las zonas mediterráneas viven ciclos históricos como la sequía que sufrió la Comunidad Valenciana hace dos años.
En el caso del mango la floración se ha adelantado dos meses y también comienzan algunas plantaciones de aguacate que deberían hacerlo entre marzo y abril. Los almendros, que en Málaga suelen hacerlo en el mes de febrero ya están coloridos. De hecho, en Alfarnate, sus productores comentaban extrañados, "no haberlas visto así nunca en esta fechas". Algunas incluso, ya han caído al suelo. Curiosamente, es la fruta que antes florece y requiere en torno a 330 y 500 horas de frío.
También las requieren cultivos leñosos como frutales de hueso y pepita, la vid y el olivo. Necesitan de temperaturas bajas durante un periodo concreto para llegar a su crecimiento óptimo. De no tenerlas, como está ocurriendo, se puede retrasar la apertura de las yemas o incluso que estas se desprendan y el fruto quede mal cuajado.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Clínica Crooke