Los lavaderos públicos vuelven a la vida

serranía de ronda

Diferentes municipios están recuperando estas instalaciones que en el pasado fueron punto de encuentro de los vecinos y cumplieron una gran labor social en los pueblos

Desde el interior del lavadero se puede apreciar el municipio de Alpandeire.
Desde el interior del lavadero se puede apreciar el municipio de Alpandeire. / Fotografías: Javier Flores
Javier Flores

Ronda, 07 de mayo 2017 - 02:04

Los lavaderos públicos cumplieron en el pasado una gran función social, ya que para aquellas familias que no disponían de agua corriente en sus viviendas -y eran muchos municipios los que no disponían de este servicio-, estas zonas facilitaban las labores diarias de lavado de la ropa. Hasta su llegada, muchas familias se veían obligadas a desplazarse hasta los cauces de los ríos para realizar una tarea doméstica que ahora se hace con el simple gesto de apretar un botón de la lavadora.

No obstante, con el paso del tiempo y conforme la red de agua fue avanzando y llegando a las viviendas, estos lavaderos cayeron en el olvido y en muchos casos fueron pasto de la piqueta para dar lugar a otros espacios.

A pesar de ello, en algunas localidades de la Serranía de Ronda, aunque abandonados y en muy mal estado, se conservaron y durante mucho tiempo fueron un espectador mudo de la vida diaria de los vecinos, guardando entre sus paredes muchas historias vividas durante sus años de apogeo. Ahora algunas localidades han decidido recuperar esa parte de su pasado y convertirlos en un atractivo turístico mediante el que plasmar cómo fue la vida, en muchas ocasiones muy difícil, en estas pequeñas localidades de la comarca rondeña.

Montejaque hace unos años que recuperó su lavadero como centro de interpretación de la vida diaria de sus vecinos, siendo ahora Alpandeire la siguiente localidad en tomar su relevo y también en restaurar su lavadero, desde el que también se pueden observar unas bellas vistas del municipio.

Durante varias décadas, el lavadero público de Alpandeire fue un verdadero punto de encuentro para las personas, sobre todo mujeres, que acudían hasta este lugar para lavar la ropa a mano. Este espacio, que cuenta con doce pilas independientes, fue construido a mediados de la década de los 50 del pasado siglo y, según explicaron desde el Consistorio, antes de acometer las obras de recuperación se encontraba en unas condiciones deplorables debido a la falta de mantenimiento, lo que provocó que incluso se derrumbase parte de la cubierta.

La actuación que se ha llevado a cabo ha consistido en restaurar estas instalaciones, símbolo del pasado reciente de Alpandeire, y convertirlas en un espacio renovado que sirve de zona de esparcimiento para vecinos y visitantes, ya que también se ha procedido a la construcción de un mirador desde el que se divisan unas magníficas vistas del pueblo y donde se han situado bancos de madera y demás mobiliario urbano. También se ha adecentado el camino de subida hasta el lavadero y se ha instalado una bonita iluminación en el lugar.

Además, la ceramista local Tamara Pinilla ha realizado un mural de barro cocido que representa una típica escena en el lavadero y que ha sido colocado en el interior del inmueble. De este modo, los visitantes también podrán imaginarse el funcionamiento que tenían estas instalaciones en el pasado y el modo de realizar una labor tan cotidiana como lavar la ropa.

Las obras en el lavadero público han estado enmarcadas en el Plan de Concertación 2016 de la Diputación Provincial de Málaga y han tenido un presupuesto de unos 45.000 euros, de los cuales 22.000 han sido utilizados para la adquisición de los materiales necesarios y el resto, 23.000 euros, para la contratación de personal. Un total de 12 vecinos que se encontraban en desempleo y estaban inscritos en la bolsa de trabajo del Ayuntamiento han sido los encargados de realizar las obras.

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