Naturaleza

La lluvia devuelve la vida a ríos y lagunas

El frustrado pantano de Montejaque vuelve a resurgir.

El frustrado pantano de Montejaque vuelve a resurgir. / Javier Flores (Montejaque)

Las esperadas lluvias han dejado abundantes precipitaciones durante la última semana y han tenido un efecto inmediato en el paisaje, paliando sólo en parte los rastros de la sequía que sigue amenazando a la provincia de Málaga. En el campo el verde la hierba fresca se abre paso con fuerza entre el pasto ocre que reflejaba la falta de agua, mientras los ríos y las lagunas recobran vida, las cascadas vuelven a sonar y las aves acuáticas no dejan de ir de un lado a otro tras meses en los que pocas zonas encontraban para vivir.

“Los patos no paran de ir de un lado a otro”, dice Benito, un vecino de Montejaque que observa el frustrado pantano que existe en este municipio y que como cada vez que hay un episodio de lluvias importantes vuelve a resurgir. Eso sí, aquellos que quieran disfrutar de esta imagen no podrán dejar de pasar el tiempo, ya que las filtraciones que sufre en su base hace que rápidamente pierda por las entraña de la Cueva del Gato el agua que logró embalsar estos días. Mientras tanto, los campos que han quedado al otro lado del pantano también tendrán que esperar a que baje el nivel para que sus propietarios pueden retomar las labores agrícolas.

No lejos de allí, a pocos kilómetros de Montejaque, el nacimiento de la Estación de Benaoján vuelve a ofrecer un gran espectáculo con sus numerosas cascadas por las que discurren miles de litros de agua en un serpenteante camino que le llevará a realizar otro importante aporte de agua al río Guadiaro, que estos días también recobró su viveza tras meses casi apagado y con escasa presencia de agua. Unas cascadas de este nacimiento que sin dejar de terminar las lluvias ya han visitado decenas de personas y que se espera que en estos días se convierta en todo un peregrinaje de amantes de la naturaleza.

Nacimiento de la Estación de Benaoján. Nacimiento de la Estación de Benaoján.

Nacimiento de la Estación de Benaoján. / Javier Flores (Benaoján)

Tal ha sido el volumen de agua caída en la zona que el conocido como pozancón de Alpandeire también comenzó a brotar. Un nacimiento de agua situado en los límites del casco urbano y que tan solo resurge cuando se trata de precipitaciones considerables. Este hecho también provocó que resurjan cascadas de agua que deja en su descenso por los parajes próximos. También en río Guadalevín a su paso por el Tajo de Ronda ofrece estos días unas bellas estampas con el rugir de sus diversas cascadas mientras discurre por la garganta del famoso cortado rondeño.

Ya en la comarca del Guadalteba el protagonismo lo toman los pantanos, en los que se puede apreciar en estos días como reciben un importante aporte de agua de los diferentes ríos que confluyen en los mismos, aunque todavía necesitarán mucha más agua para recobrar su imagen habitual.

Laguna de Fuente de Piedra tras las últimas lluvias. Laguna de Fuente de Piedra tras las últimas lluvias.

Laguna de Fuente de Piedra tras las últimas lluvias. / Javier Flores (Fuente de Piedra)

A ellos se suman las lagunas de Campillos, que tras meses de llevar algunas de ellas totalmente secas, también han recobrado una lámina de agua en la que las aves hacen paradas y buscan alimento. Mientras tanto, la Laguna de Fuente de Pierda presenta una gran imagen, acumulado agua en una gran parte de su extensión, en la que las aves que siguen en la misma durante el invierno encuentran una amplia zona para moverse.

Además, en la agricultura también se aprecia el efecto del agua, con campos en los que se acumula el agua y olivares en los que es prácticamente imposible entrar, aunque en este caso se trata también de un problema, ya que están en época de cosecha.

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