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Marbella y la Asociación Adahimar mejorarán la integración de los menores con TDAH a través de actividades en la naturaleza

  • La iniciativa queda enmarcada en el proyecto 'Un bosque escuela itinerante'

Presentación de proyecto en el Ayuntamiento de Marbella.

Presentación de proyecto en el Ayuntamiento de Marbella. / M.H. (Marbella)

El Ayuntamiento de Marbella ha respaldado hoy un innovador proyecto de la Asociación Adahimar de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad) y Retraso Madurativo de Marbella-San Pedro Alcántara que, bajo el nombre de ‘Senderos de TDAH: Un Bosque escuela itinerante’, mejorará la integración de los menores afectados a través de actividades en la naturaleza.

La concejala de Derechos Sociales, Isabel Cintado, que ha estado acompañada de la edil de Políticas Sociales de San Pedro, Begoña Rueda, y del diputado provincial del Tercer Sector, Francisco José Martín, ha destacado que se trata de “una iniciativa muy importante para ayudar a la rehabilitación a los usuarios y sus familias”, al tiempo que ha incidido en que se realizará en entornos “de gran valor paisajístico de Marbella o el Valle del Genal”. “Van a ser talleres muy importantes para el desarrollo personal y emocional y para su inserción plena en la sociedad”, ha afirmado. 

El colectivo ha recibido una subvención cercana a los 20.000 euros por parte de la Diputación de Málaga para la financiación de este proyecto, en el que colabora el Consistorio marbellí. Según ha explicado la psicóloga de la entidad, Bernabela Casas, “este trastorno se ha agravado a raíz de la pandemia y del confinamiento, elevando niveles de ansiedad y los problemas con el sueño de las personas” y ha señalado que el objetivo es “mejorar la calidad de vida de las personas con TDAH, sus familias y su entorno”. 

El objetivo de Adahimar es estar presente con el ‘Bosque escuela itinerante’ en Marbella, Benahavís, Casares, Istán, Manilva, Monda, Ojén, Valle del Genal, posibilitando el desarrollo de redes de apoyo para el colectivo TDAH y un conocimiento de la riqueza natural de estas zonas. Las actividades comprenderán talleres con menores para favorecer su desarrollo emocional utilizando su inmersión en el medio natural y enseñando a vivir en equilibrio, así como logrando la participación de personas mayores del lugar para que enriquezcan con los saberes que atesoran. 

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