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Un mercadillo local emerge como salvavidas en Alfarnate: la escasa producción obliga a sustituir el Día de la Cereza

Cerezos de una finca en Alfarnate

Cerezos de una finca en Alfarnate / Gema Rubio Galo (Alfarnate)

Los productores locales de cerezas se enfrentan a una situación preocupante debido a la notable disminución en la producción de esta fruta tan apreciada. Sin embargo, han encontrado una solución creativa para hacer frente a este desafío: un mercadillo que reemplazará al tradicional Día de la Cereza de Alfarnate en la Feria de San Antonio. Este novedoso mercado se ha convertido en un verdadero salvavidas para los agricultores, quienes buscan compartir sus frutos y ofrecer una experiencia única a los amantes de esta deliciosa y popular fruta.

Los cerezos requieren un determinado número de horas de frío para su adecuada floración y cuajado. Juan Peña, concejal de Agricultura en Alfarnate, afirma que debido al cambio climático, el límite de las horas de frío necesarias, alrededor de 1.400 a 1.500 horas, se ha visto comprometido en la última temporada. Este fenómeno ha afectado negativamente el ciclo de los árboles y ha dificultado su floración adecuada.

Además, otro factor importante es la polinización, la cual depende en gran medida de la presencia de insectos, especialmente abejas. En los últimos tiempos, se ha observado una disminución en la población de polinizadores, lo que ha afectado la producción de cerezas de manera significativa.

La escasez de cerezas ha sido evidente, estimándose que alrededor del 60% de la cosecha ha sido afectada por las condiciones climáticas y la falta de polinización.  Según varios agricultores de cerezas de la zona, las lluvias han jugado un papel importante, ya que el exceso de humedad ha provocado rajaduras y pudrición en los frutos, reduciendo aún más la cantidad de cerezas disponibles. "Lo peor que podría pasar es que se pusiera a llover ahora, porque afectaría a la cosecha del año que viene", relatan los agricultores.

Carmen Vivas, propietaria de un puesto de cerezas en el municipio, coincide con los agricultores y explica que "además del cambio climático y las plagas, el granizo también ha causado estragos en los cultivos al romper las raíces y los frutos". Con respecto a la cancelación del Día de la Cereza, Vivas expresa con nostalgia que solía llenarla de alegría ver a tanta gente de todas partes de Málaga visitar el pueblo para probar sus deliciosas cerezas.

Por otro lado, Peña añade que la sequía también influye en la cosecha, pero que en este caso particular no ha sido el factor determinante. "El principal obstáculo ha sido la falta de polinización adecuada debido a la escasez de insectos polinizadores y las condiciones climáticas adversas durante la floración", declara Peña.

El gusano cabezudo, una plaga que afecta las raíces de los cerezos, también ha sido un problema persistente para los agricultores. Esta plaga es difícil de controlar y ha causado la pérdida de muchos cerezos en la zona. Asimismo, los hongos también representan una amenaza para los cultivos.

Ante esta situación, los productores locales se han unido para organizar un mercadillo este sábado, donde podrán vender las pocas cerezas disponibles. Además, se llevará a cabo una degustación "siguiendo la tradición del Día de la Cereza", añade el concejal de Agricultura.

Cartel oficial del itinerario del Mercado de Productos Locales Cartel oficial del  itinerario del Mercado de Productos Locales

Cartel oficial del itinerario del Mercado de Productos Locales / Ayuntamiento de Alfarnate (Alfarnate)

Los visitantes podrán disfrutar de una sabrosa combinación de cerezas con gazpacho y porra, destacando el sabor único de esta fruta. Peña señala que "la intención es mantener algunas de las actividades características del Día de la Cereza en este mercado, para preservar su espíritu". Además de los productores locales de cerezas, también estarán presentes otros artesanos que ofrecerán sus productos, como dulces, carne, embutidos y chacina, ampliando así la variedad de opciones disponibles en el mercadillo.

A pesar de los desafíos, desde el Ayuntamiento se está trabajando en fomentar la plantación de nuevos cerezos y se han brindado ayudas a los agricultores para la reforma de sus fincas. Sin embargo, el cultivo de cerezas sigue siendo en su mayoría una actividad familiar, ya que cada hogar posee su pequeña parcela de cerezos. El impacto económico de la disminución en la producción se hace evidente, ya que los precios tienden a subir y la competencia en el mercado se intensifica.

A pesar de las dificultades, tanto los agricultores como las autoridades locales están comprometidos en encontrar soluciones y preservar el cultivo de cerezas, que es considerado una seña de identidad en la región.

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