Entre percebes y zamburiñas

Los boquerones típicos de Málaga conviven hasta el fin de semana en Marbella con los moluscos propios de Galicia. La feria del marisco gallego llenará hasta entonces la terraza del Palacio de Ferias y Congresos de la localidad de percebes, zamburiñas o centollo. Camiones frigoríficos parten cada tarde de aquella región para que los productos marinos "desde la A de las almejas hasta la Z de las zamburiñas" lleguen frescos a la mañana siguiente a la Costa del Sol, explica Luis Padín, responsable del evento. "Los percebes llegan vivos", señala. Sevilla, Vitoria o Madrid son otras de las localices que ya han degustado el marisco gallego. En Marbella lo harán unas 8.000 personas hasta el domingo, según las previsiones de la organización.

El pulpo, "que en Galicia lo cocinamos con mucho cariño y reposo", es, hasta el momento, el manjar más demandado por los consumidores locales. "Una feria gallega sin pulpo es como un patio cordobés sin geranios", apunta. Tras los octópodos, de los que se consumirán unos 1.500 kilos hasta el domingo, vienen los percebes, con 150 kilos, y los bogavantes.

Además de productos marinos, la feria gastronómica ofrece empanadas, de bacalao con pasas, de bonito o zamburiñas, o de luras o pulpo y el sábado una queimada gratis, la "bebida espirituosa que inventaron los celtas para celebrar fiestas y como remedio curativo".

El marisco gallego recibe su impronta de las aguas, frías, bravas y de mucho rompiente, del océano Atlántico. "Son propicias para criar estas especies", resume el coordinador de la cita gastronómica. De ahí salen "las almejas, berberechos y ostras de muy buena calidad" y unas navajas "que se cogen cada día a pulmón en las islas Cíes".

De Málaga, Luis se llevaría para Galicia langostinos y coquinas, de las que su tierra carece, y el pescaíto frito. "Soy muy pescatero, por lo que siempre que vengo a la provincia aprovecho", apunta. A cambio en Galicia tienen "almejas, berberechos y ostras de muy buena calidad".

Marisco y empanadas se combinan con dos vinos propios de la tierra galaica, el Ribeiro, que se cosecha en Orense, y el Albariño, de Pontevedra y las Rías Baixas. "El maridaje perfecto para cualquier pescado es un caldo blanco gallego", concluye.