El Ayuntamiento de Cuevas del Becerro ha convocado este martes una reunión con los vecinos del municipio cuyas viviendas están afectadas por una plaga de termitas en dos zonas de la localidad, causalmente, situadas a bastante distancia. Uno de los focos se encuentra situado en la entrada de la localidad y el segundo en el extremo opuesto. "La verdad es que no sabemos cómo han podido llegar hasta aquí", señala la delegada municipal de Medio Ambiente, Mari Paz Villajero.

En el encuentro convocado el Consistorio quiere analizar con todos los vecinos afectados la situación que se está produciendo así como los posibles tratamientos para tratar de acabar con la plaga y frenar su posible expansión, evitando de este modo que pueda extenderse a otras viviendas.

Villarejo ha explicado que el problema con los xilófagos en Cuevas del Becerro se remonta a principios de año, por lo que los vecinos afectados han pedido al Consistorio ayuda para tratar de afrontar la situación ante las dimensiones que está tomando, aunque no todas las viviendas tienen los mismos daños.

"Una vez que el nuevo equipo de gobierno está trabajando hemos retomado este asunto", dijo Villajero, que también explicó que con el encuentro de esta tarde se busca también poder abordar las posibles soluciones que proponen los técnicos especializados y que pasan combinar tratamientos en el exterior e interior de las viviendas.

La concejala ha adelantado que los procesos de control para acabar con la plaga de termitas son "largos" y "no son baratos", con una estimación de entre tres y cinco años de atención en función del tratamiento, y con un coste estimado de entre 1.000 y 2.000 euros por vivienda, razón por la cual el Ayuntamiento va a mostrar su disposición con los particulares para sufragar en parte los costes de la actuación y dar apoyo técnico y administrativo a los afectados.

Los efectos de las termitas en esta localidad se han registrado solo en viviendas particulares, en las que los técnicos ya han realizado inspecciones de cara a que Ayuntamiento y vecinos aborden en la reunión la solución a adoptar con el objetivo de minimizar los daños y prevenir futuras infestaciones.

Una plaga que ya ocasionó problemas de consideración, y es que, según pudo saber este periódico, dos viviendas han tenido que proceder al cambio de la cubierta debido a los problemas que han ocasionado en la estructura de las mismas.

No es la primera vez que las termitas se extienden por una población y atacan un numero considerable de casas como ya ocurrió en el año 2017 en la localidad de Villanueva de Tapia. Allí medio centenar de viviendas resultaron afectadas antes de poner en marcha un tratamiento efectivo contra las termitas.