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A prisión un hombre que vendía cocaína y hachís en Torremolinos a bordo de un vehículo

Un vehículo de la Policía Nacional.

Un vehículo de la Policía Nacional.

Un hombre de 55 años ha ingresado en prisión provisional por orden judicial tras ser detenido en Torremolinos por dedicarse supuestamente a la venta de cocaína y hachís a bordo de un vehículo. El detenido se desplazaba en un coche blanco a los lugares previamente acordados con sus clientes, fundamentalmente en Torremolinos y la zona oeste de la capital malagueña, según ha informado este lunes la Policía en un comunicado.

En un registro en la vivienda del arrestado, los agentes de la Policía Nacional intervinieron casi 1,5 kilos de cocaína, 7,3 kilos de hachís y 750 gramos de marihuana, además de 9.225 euros en efectivo, un arma de fuego, 124 cartuchos para arma corta y otros siete para escopeta y un automóvil.

El investigado fue sorprendido en plena operación de venta de droga en el aparcamiento de una hamburguesería del que salió apresuradamente, aunque los agentes lograron darle el alto en las proximidades e intervenirle una bolsa con cinco gramos de cocaína y 100 gramos de hachís, además de un arma blanca, una táser y una defensa extensible.

La Policía inició sus pesquisas al tener conocimiento de que un hombre se dedicaba a la venta de estupefacientes en plena vía pública y a cualquier hora del día en el barrio de La Luz y avenida de Velázquez de la capital malagueña.

Tras identificar la matricula de un coche utilizado en las transacciones, los agentes averiguaron que el propietario del coche era un vecino de Torremolinos, al que detuvieron en esta localidad malagueña cuando ultimaba la entrega de droga a una clienta.

Cierran un after en Torremolinos

En otra operación policial llevada a cabo en Torremolinos la Policía Local ha detenido a los propietarios de un local de fiesta que estaban en posesión de múltiples tipos de estupefacientes como CMC, cocaína, popper o MDMA. Así, varios agentes fueron comisionados para dirigirse a un local donde se estaba produciendo una fiesta que molestaba a la vecindad por ruidos, tratándose de un establecimiento conocido porque se realizan fiestas de tipo after.

Al llegar, los policías procedieron a identificar a los presentes que intentaban cerrar la puerta alertando a los demás de que era la policía. En ese momento, los agentes observaron que uno de los propietarios portaba una riñonera y gesticulaba queriéndose desprender de ella por lo que solicitaron la misma y este accedió a entregarla voluntariamente, ha indicado el Ayuntamiento de Torremolinos en un comunicado.

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