La Guardia Civil, en el marco de las actuaciones que se llevan a cabo contra el robo de cobre, ha detenido a dos personas por el robo en la localidad malagueña de Casares.

La investigación se inició tras tener conocimiento los agentes de una denuncia presentada por el Ayuntamiento de Casares el pasado 25 de enero tras quedar sin luz parte del paseo marítimo de la localidad, ha indicado la Guardia Civil en un comunicado.

Por los servicios operativos de ese Ayuntamiento se comprobó que habían sido sustraídos 370 metros de cable de cobre del alumbrado público por lo que presentaron la correspondiente denuncia.

Tras las gestiones realizadas, fueron identificados y detenidos los dos presuntos autores de los hechos, vecinos de la localidad de Estepona, a los que se les imputa el delito de hurto.

Pocos días más tarde, estas dos personas fueron detenidas nuevamente con la colaboración de la Policía Local de Casares, por la sustracción de cinco rollos de cable de cobre, unos 120 metros, de una urbanización de la localidad siendo sorprendidos mientras cometían el robo, pudiendo recuperarse el material sustraído.

Las diligencias instruidas han sido remitidas al Juzgado de Instrucción de Guardia de Estepona. Las actuaciones han sido llevadas a cabo por el Puesto de la Guardia Civil de Casares y el Equipo de Policía Judicial de Estepona, ambos de la Compañía de la Guardia Civil de Marbella.

Golpe a una banda con 13 detenidos a prisión

Hace unos meses, la Guardia Civil en la denominada operación Esculano-Cooper-22, desarticuló una organización criminal dedicada presuntamente al robo en grandes cantidades de cable de cobre en las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha. Entonces detuvo a 23 personas, de las cuales 13 ingresaron en prisión. La investigación se inició tras sustracciones, entre otras provincias en Málaga y fue dirigida por un juzgado de Archidona.  

La investigación se inició a principios de este año, cuando en las provincias de Cádiz, Málaga, Sevilla y Jaén, se detectaron varios robos con fuerza cometidos en instalaciones de generación eléctrica y otras empresas que necesitan grandes cantidades de cable de cobre para desempeñar su actividad industrial.

Continuando con las investigaciones, los agentes pudieron constatar que por las características de los robos cometidos podría tratarse de un grupo de personas con cierto nivel de especialización, que podrían conformar una organización criminal de carácter itinerante, especializado en este tipo de robos.

Asimismo, los agentes pudieron constatar que los daños provocados en los robos dejaban paralizadas instalaciones generadoras de energía limpia o las cadenas de producción de empresas durante el tiempo que se reponía el material de cobre robado, dejando incluso a varias poblaciones sin alumbrado eléctrico durante días, con el grave perjuicio que ocasionaba a las personas y empresas afectadas.