El espectáculo rosa de los flamencos vuelve a la Laguna de Fuente de Piedra en un año en el que la intensa sequía presagiaba lo peor, ya que hace tan solo unas semanas el humedal mostraba una cara totalmente opuesta al actual.

La laguna principal estaba casi sin agua, al igual que muchas de las zonas próximas al centro de visitantes, con la sola excepción del Laguneto que debido a la aportación de agua depurada que recibe mantenía la presencia de aves y buena parte de la actividad. La tierra seca y cuarteada ha dejado paso ahora al agua, luciendo el humedal su mejor cara con una gran variedad de aves, siendo los flamencos los que mayor atracción provocan, aunque también cuenta con una gran cantidad de anátidas que se dejan ver en las pequeñas lagunas.

Y es que el espacio pasó de encontrarse prácticamente seco a tener alrededor de unos 40 centímetros de agua, lo que unido a unas condiciones climatológicas adecuadas hace que los flamencos comiencen el proceso para su reproducción.

Flamencos en la zona del Laguneto

Miles de estos ejemplares se encuentran ya en el humedal realizando su ritual de apareamiento y poblado las islas que quedan dentro de la laguna y en la que realizarán la puesta de sus huevos y la cría de sus pollos.

“Hasta hace solo unos días ninguna de las especies presentes había empezado la puesta de huevos, ahora ya llevan unos días que están poniendo”, explicaba una profesora a su grupo de alumnos mientras observaban las diferentes aves presentes.

Un proceso que siempre que las condiciones del espacio lo permiten se repite y que posteriormente permite realizar el anillamiento de parte de estos pollos para que los investigadores puedan tener un control de su comportamiento a lo largo del año y conocer las zonas que visitan.

Las cifras oficiales estiman que más de 220.000 flamencos han nacido en este espacio en las 32 ocasiones en las que se tiene registrado que se completó el proceso de reproducción.

Flamencos descansando en la laguna.

En la actualidad se calcula que hay más de 7.000 flamencos en el humedal, de los que más de 1.000 parejas habrían iniciado el proceso para la puesta y alrededor de otras 1.000 estarían buscando un espacio para la misma. Unas cifras que podrían aumentar si se mantienen las lluvias y las condiciones de temperatura.

Los miles de flamencos que se encuentran en la zona hacen que sea posible verlos en numerosos lugares del entorno –no solo en el propio humedal– ya que en las lagunas próximas de Campillos también existe una importante presencia de ejemplares. Al mismo tiempo, se les puede observar volando de un lado a otro, con su característico color rosa en el aire. Incluso en los cultivos que se han inundado debido a las últimas lluvias, se aprecia su presencia realizando su característico filtrado para obtener alimento.

Un atractivo que hace que cientos de visitantes acudan en estas fechas para observar su comportamiento. Muchos de ellos lo hacen equipados con prismáticos, telescopios o cargados con pesados equipos fotográficos para tratar de llevarse la mejor de las imágenes posibles. Incluso algunos acuden con equipos de camuflaje para tratar de acercarse lo máximo posible a alguno de los muchos ejemplares que viven en la laguna sin que se percaten de su presencia.

Los colegios también aprovechan estas semanas, una vez que ya se inició el proceso de reproducción de las distintas especies, para realizar una clase práctica sobre el terreno y que los alumnos puedan tener una visión directa de aquellos conocimientos que tan solo han podido ver mediante los libros de texto. Además, en estas fechas tienen la oportunidad de ver una gran variedad de las especies que se encuentran estudiando.

Unas visitas que suelen contar con una explicación de los técnicos de la laguna sobre cómo se transformó de una industria de salina y cantera a uno de los grandes humedales andaluces y con una gran relevancia internacional. Posteriormente, los niños realizan una visita a los diferentes puntos de observación que existen a lo largo del espacio.

Visitante tomando fotografías en la laguna principal.

Unas visitas organizadas que también están disponibles para particulares, incluso hay guías especializados que ofrecen visitas privadas para parejas o grupos de amigos hasta un máximo de 10 personas.

No obstante, el simple paseo por los senderos que recorren los alrededores de la laguna y los diferentes puntos de observación permiten disfrutar de la presencia de los flamencos y del resto de aves presentes en la misma. Eso sí, los prismáticos deben ser el compañero de viaje