Un tesoro en la Costa del Sol sin guardián
Una plataforma insiste en reclamar que la Sierra de la Utrera sea declarada Bien de Interés Cultural
En plena Costa del Sol, a escasos metros del mar Mediterráneo, se encuentra la Sierra de la Utrera, entre los términos municipales de Manilva y Casares. El considerado Torcal más meridional de la península Ibérica alberga nada más y nada menos que treinta enclaves de interés patrimonial. Y a pesar de ello, a día de hoy, no cuenta con toda la protección que sería necesaria, al menos por parte de las administraciones competentes.
Ante esta situación varios colectivos se unieron allá por el año 2006 para constituir la Plataforma Ciudadana para la protección de la Sierra de la Utrera. Clubs de montañismo, amantes de la bicicleta, defensores del patrimonio, espeleólogos y ecologistas, entre otros, son los propulsores de una petición que busca la calificación de este paraje natural, que se extiende a lo largo de cuatro kilómetros cuadrados, como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de zona patrimonial.
Siete años llevan exigiendo que se aplique este nivel de protección a la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía sin obtener respuesta, hasta el momento. El único reconocimiento recae sobre los baños de la hedionda en cuyas aguas sulfurosas, según se cuenta, se curaron de la sarna los soldados del mismísimo Julio César en el transcurso de una de las campañas desarrolladas por el sur de Andalucía.
Tras años de espera, esta plataforma ha decidido volver a hacerse escuchar, especialmente tras los acontecimientos que tuvieron lugar este verano en Gibraltar. Pero ¿qué tiene que ver la polémica en la verja con la Sierra de la Utrera? Al margen del supuesto blanqueo de capitales en la colonia británica, de la instalación de arrecifes artificiales o del éxito del comercio de tabaco, la venta de áridos también ha sido protagonista de la actualidad hispano-llanita y según denunciaron en su momento desde la plataforma, parte de los áridos que se estaban llevando al peñón procedían de la cantera existente en esta sierra. Por ello entienden que se hace necesario actuar antes de generar un mayor daño al entorno que sea irreparable.
Según explicó uno de los integrantes del citado colectivo, Javier Martos, ya existe un acuerdo entre la empresa que realiza la actividad extractiva en la zona y el Ayuntamiento de Casares que delimita el área de trabajo. Sin embargo, la declaración del paraje como BIC supondría un plus de protección y garantizará que la cantera no se extendia más allá de lo establecido en el plan especial aprobado por el Consistorio casareño, impidiéndose de este modo caer en la tentación de la obtención de rentabilidad económica de la sierra más allá de los límites que garantizan su conservación.
Según explican desde la plataforma, la Sierra de la Utrera concentra más de treinta sitios de interés patrimonial, entre yacimientos arqueológicos, bienes etnográficos, así como singulares fósiles de alto valor paleontológico. Todos ellos se concentran en un ámbito con altos valores paisajísticos y medioambientales, gracias a su morfología que lo asemeja mucho al Torcal de Antequera.
En este contexto, los integrantes del colectivo anuncian que no van a darse por vencidos. Y adelantan que de forma inmediata continuarán insistiendo con esta demanda ante la Consejería de Medio Ambiente y la Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía para que finalice la declaración del paraje como paisaje protegido.
Esta solicitud, a juicio de los responsable del colectivo ecologista, está "sobradamente justificada en base a la concentración de valores naturales relacionados con su originalidad litológica, geomorfológica, hidrológica, climática, florística, faunística y edafológica, que se traduce en una notable aportación a la geodiversidad y a la biodiversidad de la región".
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