En torno a las 17:00 de ayer, y durante un breve periodo de tiempo, una tromba de agua sorprendía a los vecinos de Ronda. Una tormenta muy concentrada, ya que tan solo a unos pocos kilómetros no llegó ni siquiera a llover, descargaba una gran cantidad de lluvia, que provocó algunas inundaciones en diversos puntos de la ciudad, especialmente en el polígono industrial y en la barriada de Padre Jesús, donde se hizo necesaria la intervención de efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos.

En el primer caso, resultaron afectadas varias naves industriales, en las que propietarios y empleados se afanaron en poner a salvo sus efectos materiales en un primer momento, y en achicar agua y limpiar el barro y los restos que había dejado a su paso después. No obstante, el nivel del agua llegó a alcanzar más de un palmo de altura.

La actuación de los bomberos fue necesaria en dos de los inmuebles, situados en los alrededores del cementerio rondeño. Hasta el lugar se trasladaron tres dotaciones, dos de Ronda y otra procedente de Algatocín, que trabajaron durante unas dos horas aproximadamente con el fin de desalojar el agua, según el jefe del Parque de Bomberos de Ronda, Juan Pimentel.

En cuanto a la barriada de Padre Jesús, los bomberos recibieron la llamada de los ocupantes de una vivienda, cuyo patio había resultado inundado. En este caso las labores se extendieron por un periodo de tiempo más breve, ya que solo fue necesario abrir una arqueta que permanecía atascada para permitir la salida. Pese a que finalmente los daños no fueron de gran importancia, la virulencia de la tromba hizo temer a muchos en un primer momento que se viviera un episodio similar al ocurrido en agosto de 2009, cuando el agua llegó a alcanzar medio metro de altura en algunos puntos y las pérdidas fueron de miles de euros.