Un 'tsunami' azotó Estepona en el siglo IX

Un tsunami barrió la costa de Estepona en el año 881. Su aparición habría supuesto una pequeña catástrofe en la zona, derribando algunas de las edificaciones existentes, si bien se cree que las murallas que entonces rodeaban la ciudad frenaron gran parte de las olas, minimizando los efectos sobre la misma. O al menos eso es lo que evidencian los últimos datos analizados por los expertos en la materia, y que además de construir parte de la historia servirán para prevenir el riesgo de sufrir nuevas catástrofes en el futuro en esta zona del litoral.

Así lo demuestra el estudio realizado de manera conjunta por expertos de la Universidad Autónoma de Madrid y la Universidad de Cambridge tras analizar los restos hallados durante las obras de remodelación de las calles del centro histórico de la ciudad. Se trata del primer y único registro geoarqueológico existente hasta la fecha de un tsunami sucedido en el siglo IX en el sur de España, ya que hasta ahora este acontecimiento solo estaba documentado en fuentes históricas. Los expertos desplazados esta semana a Estepona valoraron el interés de los hallazgos y señalaron que el siguiente paso es "analizar las olas e incorporar las conclusiones para el conocimiento del medio en el que vivimos y la prevención de nuevas catástrofes". Para ello deberán tomar muestras del suelo, que serán analizadas en el laboratorio, una vez solidificadas, para hacer un examen detallado. Al mismo tiempo, junto a este hallazgo, se investiga la existencia de otro paleotsunami sucedido durante la época romana, entre los siglos I y IV.

A este respecto, el doctor de la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Arteaga, explicó que "para detectar un paleotsunami hay que encontrar en el mismo sedimento restos de material de fondo marino y material continental para poder certificar que se trata de una ola de tsunami". En este caso, según la documentación histórica en la que se menciona, podría haber supuesto una pequeña catástrofe, que habría afectado a la ciudad derribando algunas edificaciones, si bien, en estas épocas las olas eran frenadas por las murallas.

Por su parte, el alcalde de Estepona, José María García Urbana, destacó que la remodelación de las diferentes calles del casco antiguo que se están llevando a cabo no solo ha supuesto la rehabilitación y la mejora del entorno sino que está sacando a la luz un amplio patrimonio histórico de la localidad. Muchas de las piezas halladas pasarán a formar parte de la colección del Museo Arqueológico Municipal.

En este sentido, recordó que, entre otros descubrimientos recientes, las obras de remodelación de la calle Villa sacaron a la luz una villa romana (siglos II-Iv d.C.) que se extendía hasta el castillo de San Luis y la calle Álvarez de la Vega. También destaca una tenería medieval de los siglos XI y XII mejor conservada de la península ibérica. Esta conservaba unas piletas que eran utilizada por los curtidores para el tratamiento de pieles y cuero. O un horno medieval del siglo XIII, que es el más completo que ha aparecido hasta el momento en la cuida. Los restos aparecieron durante las obras de remodelación de una casa en la calle Sevilla y alrededor de este hallazgo aparecieron otros cuatro hornos en peor estado de conservación, lo que indica que Estepona poseía, al menos, dos barrios alfareros industriales dedicados a la producción y exportación de cerámico. El barrio norte estaría situado en el entorno de las calles Torrejón, Aragón, Sevilla y Sierra, mientras que el segundo barrio se situaría en la plaza de Las Flores. Por otro lado, el pasado mes de marzo, las obras de rehabilitación de un inmueble privado pusieron al descubierto una pintura mural del siglo XIX en un edificio ubicado en la céntrica plaza de Las Flores, en pleno corazón de la ciudad, que al parecer pertenecía al antiguo Ayuntamiento de la localidad.