La parcela donde se ubica una torre vigía, en Torremuelle, ha originado un desacuerdo notable por el uso que se le da entre la Asociación de Vecinos de la citada zona y un restaurante. A todo esto hay que sumar la visión del Ayuntamiento. En definitiva, tres versiones que difieren la una de la otra para un entorno privilegiado.

La torre fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. La asociación de vecinos Torremuelle (VETO), cuyo presidente es Justiniano Sen, denuncia el uso que el restaurante le da a un espacio que consideran público. Según explica el dirigente vecinal, en abril de 2011 cortaron los cipreses que hacían de linde y desplazaron el muro que está entre la torre y el restaurante "para conseguir más terreno". Posteriormente, unas obras enfoscaron en color blanco los bancales de la torre "que eran de piedras centenarias". Además, Sen comenta que levantaron un muro "que corta el acceso a la torre".

El responsable del negocio, Kanram Motamedi, a la par presidente desde hace cuatro años de la comunidad de vecinos de Torremuelle y que aglutina a unos 2.000 residentes, explica que tienen abierto un contencioso administrativo con el Ayuntamiento. Desde el restaurante alegan que la propiedad del espacio le pertenece mientras que Ayuntamiento defiende la postura contraria. "Lo que hemos hecho es coger una zona que estaba abandonada que consideramos que es nuestra propiedad y hemos puesto césped y plantas pagadas por nosotros. No hay obstáculo ni impedimento para que la gente pueda pasar". Añade que el Consistorio en el PGOU ha declarado zona verde pública una parte, "pero eso no quiere decir que sea suya".

Cuando las obras comenzaron hubo una denuncia. "Se presentó la junta y nos la paralizó. Se hizo la obra, pedimos el permiso, dijimos lo que íbamos a hacer y pagamos las tasas y empezamos antes de otorgarnos el permiso, pero estaba solicitado", aclara. Varios meses después el Gobierno autonómico le informó que tenía que haber pedido permiso porque es zona de afluencia y hay que avisar a la Junta y al Ayuntamiento al estar cerca de un monumento. Por su parte, el Ayuntamiento señaló que los dos accesos a la torre, por el lado norte, que da a la carretera N-340, como el lado sur, están abiertos al público y que los bancales que rodean a la torre son municipales.